Especialistas aseguran que, además de reducir la visibilidad, no sirven para evitar robos ni disminuir la temperatura dentro del habitáculo. Los usa más del 50% del parque automotor.
No solo hay cada vez más, y no solo están prohibidos después de cierta tonalidad. Ahora, un estudio comprobó que el polarizado en los autos, además de multiplicar el riesgo de accidentes por la falta de visibilidad que provoca, no sirve para lo que muchos creen que es útil y no otorga beneficios adicionales como disminuir la temperatura dentro del habitáculo. Esto, sin contar que más de la mitad de los vehículos que circulan con esta protección en sus vidrios violan las leyes vigentes porque exceden los límites permitidos de opacidad.
Los datos corresponden a un relevamiento que acaba de hacer el Cesvi Argentina (Centro de Estudios de Seguridad Vial), un organismo que se dedica a estudiar la seguridad vial y la manera en que los argentinos se mueven en los vehículos en todo el país. Esta vez pusieron el ojo en esta tendencia de oscurecer los vidrios y dieron con resultados que derriban mitos, según un artículo del diario Clarín.
Por un lado, finalizaron que los polarizados “incrementan en un 30% las probabilidades de estar involucrados en una colisión grave”. Y profundizaron aún más: según detectaron, el número es más alarmante si se tiene en cuenta que “más del 50 % del parque automotor cuenta con estos elementos que exceden la normativa”, según detalló el jefe de seguridad vial del Cesvi, Hernán de Jorge.
El funcionario asegura que en muchos casos “los eligen por miedo a los robos pero también por estética, para protegerse de los rayos ultravioletas, para reducir la temperatura adentro del automotor y por seguridad”. Pero, agrega el experto, estas respuestas no hacen más que exponer “el desconocimiento general sobre la verdadera función de este tipo de implementos, lo que termina generando mitos que se alejan de la realidad”.
Para llegar a esas conclusiones el Cesvi puso a un grupo de técnicos especializados para evaluar una prueba con dos vehículos iguales, pero con una única diferencia: la tonalidad de sus vidrios. Los resultados escapan a la lógica del sentido común. Y son claros: los polarizados en los autos no tienen los beneficios que los hicieron famosos, ni siquiera contra el calor, ya que la diferencia entre uno y otro auto fue de apenas un poco menos de 2 grados, y menos contra el vandalismo o ataque directo.
Desde la Asociación Luchemos por la Vida, su presidente, Alberto Silveira, se mostró en la misma línea y también preocupado. “La tendencia de autos polarizados va en aumento. Claramente hay cada vez más, lo vemos en los análisis parciales que estamos haciendo”, comentó.
“El argumento es la seguridad, si les consultamos nos dicen que es por temor a los asaltos, pero lo evidente es que están poniendo en riesgo su propia seguridad”, aclaró Silveira. Y agregó: “El riesgo inmediato es que se ve menos, particularmente de noche, y eso hace que se ponga en riesgo la propia vida y la de terceros. De noche, por ejemplo, la poca visibilidad puede llevar a arrollar a alguien o provocar un grave accidente. Nunca un accidente es por una sola causa, pero esta es una de las principales”.
Martes, 8 de abril de 2014