Vecinos dicen tener que comprar el líquido envasado dado que no sale en condiciones de las cañerías. El inconveniente se reitera cuando abren canillas a la mañana. También apuntan contra lecturas dudosas de medidores.
Vecinos de las 200 y 300 Viviendas del barrio Pirayuí se comunicaron con la redacción de época, en medio del malestar, ya que advirtieron que el agua que consumen, sale sucia y hasta con olor de las canillas.
El problema, según indicaron, es reiterativo y los obliga a comprar el líquido envasado, por miedo a que pueda provocar algún tipo de efecto adverso en los niños de la zona.
Se trata de un inconveniente que se reitera hace un tiempo en las inmediaciones de las 500 Viviendas y es recurrente a primeras horas de la mañana, cuando se abre por primera vez el grifo. “Nosotros consumimos de dispenser, porque no podemos dar de tomar el agua a los chicos así como está”, manifestó un vecino de las 300 Viviendas y agregó: “para nosotros significa un gasto importante, porque no sólo tenemos que prever el alquiler del dispenser sino también la compra de los bidones y además la boleta del agua que ahora viene con aumento del 20 por ciento”.
En ese sentido, el vecino también insistió: “Lo peor de todo es cuando vienen a controlar el consumo, no hacen una medición casa por casa. Toman a una vivienda como referencia y nos cobran a todos por igual”, señaló el hombre y apuntó que antes del aumento pagaba 85 pesos, al igual que los vecinos de su manzana.
Fueron tres los testimonios de distintas fuentes vecinales que se refirieron indignados al tema. Uno de ellos indicó a este diario que los problemas surgieron luego de unas obras realizadas en inmediaciones del barrio Pirayuí; por su parte otra vecina de las 200 Viviendas, en comunicación con una emisora radial, habló del mal olor y también de las lecturas dudosas de los medidores, en coincidencia con el vecino de las 300 Viviendas.
En ese contexto, este diario tomó contacto con voceros de la empresa concesionaria del servicio y, hasta el cierre de esta edición, no pudieron brindar precisiones al respecto de los reclamos.
Cabe destacar que el agua es fuente de vida y salud, e indispensable para la vida. Su calidad está íntimamente relacionada con el nivel de vida y con el nivel sanitario de una población.
El agua de consumo puede considerarse de buena calidad cuando es salubre y limpia; es decir, cuando no contiene microorganismos patógenos ni contaminantes a niveles capaces de afectar adversamente la salud de los consumidores.
Asimismo para que el abastecimientos sea de alta calidad, debe someterse a rigurosos sistemas de vigilancia y de control analítico, que permiten que llegue en buenas condiciones a los hogares y sea consumida con seguridad. Para ello, debe somete previamente a un tratamiento de potabilización y a diversos controles sanitarios.
Viernes, 7 de marzo de 2014