Nicolás Ciccone brinda testimonio ante el juez federal Ariel Lijo, quien investiga la quiebra de la imprenta y las supuestas maniobras del vicepresidente para quedarse con la compañía. Presentó un escrito denunciando amenazas. Los abogados de Boudou, Núñez Carmona y Vandenbroele no pueden participar de la audiencia. Nicolás Ciccone, uno de los dueños de la imprenta de seguridad investigada por la Justicia, comenzó a declarar como testigo ante el juez federal Ariel Lijo, quien investiga la quiebra de la empresa. Ciccone llegó temprano a Comodoro Py y veinte minutos antes de las 12 fue convocado por los asistentes del tribunal para comenzar con el acto procesal.



Tal como sucedió hace dos días con Guillermo Reinwick, otro testigo clave de la investigación, el magistrado prohibió que los abogados de Amado Boudou y de sus supuestos socios Alejandro Vandenbroele y José María Núñez Carmona participen de la audiencia. Ciccone denunció amenazas de muerte a través de un escrito.

La declaración de Ciccone se da dos días después de que Reinwick hiciera un relato detallado de las rees que mantuvieron los miembros de la familia con los socios vinculados al vicepresidente. El testigo declaró incluso que el propio Boudou estuvo en algunos de los encuentros que se desarrollaron en un restaurante de Puerto Madero.

La Justicia investiga si Boudou realizó gestiones para levantar la quiebra de Ciccone cuando ejercía el cargo de ministro de Economía. Se cree que Vandenbroele actuó como testaferro del vicepresidente al asumir la conducción de la imprenta de papeles de seguridad. En el expediente está probado que Vandenbroele vivió en un departamento de Boudou y pagó impuestos en su nombre.

Jueves, 5 de diciembre de 2013