No le dio ninguna chance anoche a Huracán, lo derrotó 87-60 y se puso 2 a 0 en las semifinales, que continuarán este jueves en Trelew. El “rojinegro” estuvo sólido desde el arranque en defensa y contó con varios puntos altos para sobrellevar una presentación sin apuros.



Da la sensación que es una cuestión de tiempo para que San Martín pueda concretar su regreso a la Liga Nacional de Básquetbol. Porque anoche volvió a superar sin sobresaltos a Huracán de Trelew, esta vez por amplio 87-60 y tiene triple “match point” en la serie de semifinales que se trasladará ahora a suelo chubutense, donde volverán a enfrentarse este jueves.

Porque el “rojinegro”, que se quedó con el Nº1 de la etapa regular y perdió apenas dos juegos en la temporada con un récord de 17 victorias consecutivas en el arranque del Torneo Nacional de Ascenso (TNA), demostró que todo aquello no fue casualidad. De hecho, extendió a siete partidos su invicto en playoffs y ya se ilusiona con definir el título y la consecuente plaza en la elite ante Quilmes de Mar del Plata o Estudiantes de Concordia, que tienen igualada su llave con el triunfo “cervecero” de la víspera por 71-65 como local.

Desde el inicio San Martín se mostró decidido a imponer su filosofía de juego. Atacó con dinamismo y cuando tuvo que defender lo hizo de forma intensa desde la primera línea, donde Iglesias fue asfixiante sobre el portador del balón. Rodríguez estuvo efectivo desde el perímetro con un par de triples y Oprandi estuvo activo con sus constantes cortes al aro. Entonces, de manera lógica se quedó con el primer cuarto por 24-13. Huracán, con escaso personal por las lesiones de tres mayores, aguantó como pudo e intentó lastimar con su tándem interior: Scales-Johnson, más la movilidad de Cafferatta.

La postura del “rojinegro” no varió demasiado en el segundo segmento. Siempre con la defensa en una dosis elevada, ahora se recostó en el desequilibrio individual de Basualdo en la pintura y lo complementó un tiro a distancia de Rodríguez. Claro que la voracidad se frenó un poco y Huracán, siempre con sus limitaciones a cuestas, se permitió ilusionarse al arrimarse a cinco (34-29) con el empuje de Johnson y dos triples de Sahdi. Pero si de “bombazos” se habla, uno de Rodríguez le bajó la persiana a la etapa para que vaya más tranquilo el local al descanso largo.

Si San Martín acostumbra a dar el golpe de gracia en la segunda mitad, era de esperar que Huracán no pueda soportar tanta intensidad en el juego. Iglesias fue una pesadilla para el base de turno en ambos costados de la cancha, Oprandi siguió apareciendo con criteriosos cortes al aro y Rodríguez tuvo -además del tiro a distancia- penetración. Eso fue un “coctel” muy nocivo para las expectativas de Huracán, que empezó a claudicar por el agotamiento físico. Por eso, con parcial de 30-15, San Martín entró al último cuarto con el partido resuelto: 67-44.

De esta forma, sólo había que esperar a ver cuánto sería la máxima diferencia de la noche, que se dio con el triple cerca del final de Isola que estableció cifras definitivas. Entonces, la gente de San Martín cerró al cántico de “oh, vamos a volver, a volver, a volver... vamos a volver...”. Y el objetivo, cada vez más cerca.


Martes, 23 de abril de 2013