El “aurirrojo” tuvo una actuación decepcionante en la primera mitad, donde Huracán fue superior, aunque marcó con un penal inexistente. Luego de los cambios el equipo mejoró en el complemento, aunque terminó con otra caída “en casa”.
Ni el pasaje a los 16avos. de final de la Copa Argentina pudo mejorar la floja performance de Boca Unidos en el torneo de la Primera B Nacional. Ayer, terminó desaprovechando nuevamente su localía, al caer ante Huracán por 1 a 0, en un mediocre partido jugado por la vigésimo quinta fecha del certamen.
El encuentro tuvo dos etapas bien diferenciadas. La primera, en la que el “aurirrojo” deambuló sin brújula por el terreno de juego y permitió que Huracán, con poco, haga sus merecimientos para lograr una diferencia que llegó a través de un penal inexistente cobrado por el árbitro Pablo Díaz. En cambio en el complemento, tras las variantes introducidas, el local levantó considerablemente su producción, aunque le costó generar peligro ante un rival que retrasó sus líneas y se aferró a la ventaja mínima.
La presión que ejerció Huracán, bien arriba, le impidió a Boca Unidos salir con la pelota limpia desde el fondo. Entonces volvió a apelarse al pelotazo frontal, donde Núñez fue presa fácil de los centrales visitantes.
Sin poder conectarse los que arman el circuito ofensivo, el local no tuvo la tenencia ni el volumen de juego necesario para inquietar adelante, por lo que el arquero Islas fue un espectador de lujo.
El que mejor se adaptó a las malas condiciones del campo de juego y al fuerte viento fue Huracán, que juntó a Brusse, Giménez y Milano, con Barrales oficiando de pivot, para convertirse, con poco, en el protagonista del partido.
Un cabezazo alto de Barrales y un tiro libre de Milano que se perdió por arriba del travesaño fueron las primeras aproximaciones del visitante, que comenzó a merodear el área local.
Para colmo, en el “aurirrojo” comenzaron a producirse gruesos errores en defensa que lo terminaron condicionando. Un pase hacia el medio de Flores contra todos los manuales obligó a un cruce de Moisés a Milano que el árbitro entendió como infracción (desde nuestra posición dio la impresión de que el quite fue lícito), le permitió al diminuto delantero lograr la apertura del marcador, de penal.
Enseguida, a Sessa casi lo sorprenden con un remate cruzado que pasó cerca del vertical derecho, mientras que en la siguiente, un centro pasado desde la derecha fue conectado por Giménez, obligando al “Gato” a una doble intervención.
Boca Unidos se mostró nervioso, impotente e irresoluto para ir a buscar la igualdad, a tal punto que un nuevo error defensivo, esta vez de Pérez, comprometió a Sessa, al extremo que el arquero tuvo que resolver tirándola con la rodilla al corner ante el acoso de un delantero visitante.
Con más actitud que juego, Boca Unidos fue por la igualdad a la vuelta de vestuarios. El local quería, pero no sabía cómo. Quizás por eso a los diez minutos el técnico Claudio Ubeda dispuso los ingresos de García e Israilevich por un desconocido Flores y un intrascendente Archubi.
El local se paró con tres en el fondo, Sánchez Paredes se recostó por derecha, García por izquierda, e Israilevich fue prácticamente un punta más junto a Núñez y Villanueva, siempre con Raymonda de enganche.
El “aurirrojo” iba, pero chocaba contra un frontón, porque Huracán retrasó todas sus líneas en el terreno buscando cuidar la diferencia. En la única jugada colectiva bien elaborada, el local tuvo a su merced el empate, cuando tras sucesivos toques por abajo, García definió ancho con su pierna menos hábil ante la salida de Islas, sin que Núñez pudiera empujarla con dirección ingresando exigido por el otro palo.
Ya sobre el final, un cabezazo de Matías Moisés por encima del travesaño, fue la llegada más profunda de un Boca Unidos que sigue sin encontrar el rumbo en el torneo de la B Nacional.
RUBEN POLETTI
Domingo, 17 de marzo de 2013