El hecho tuvo lugar en la ciudad de Rosario. La mujer se disfrazó y engañó a los familiares de sus víctimas para poder asaltarlos. Además de los elementos robados, la policía le encontró entre sus pertenencias cápsulas de dos poderosos sedantes. Quedó detenida. A la mujer ya la habían visto días antes dando vuelta por los pasillos del sanatorio y con el uniforme de enfermera. A varios les resultó desconocida pero en el devenir pasó desapercibida hasta la tarde del viernes. Entonces, un asistente del centro asistencial la vio salir de una de las habitaciones en actitud sospechosa y decidió avisar a la guardia privada primero y a la policía después. Finalmente la mujer terminó detenida y acusada de dopar a los pacientes para robarles sus pertenencias, todo eso fingiendo un noble oficio para el cual no estaba formada. La increíble historia se desarrolló en el Sanatorio Centro, ubicado en Paraguay al 900, en la ciudad de Rosario. El viernes a la tarde la guardia privada del efector de salud llamó a la comisaría 2ª, ubicada a sólo 200 metros de allí, para avisar que tenían retenida a una mujer que estaba robando en las habitaciones donde se encuentran internados los pacientes.



Cuando los uniformados llegaron al sanatorio para hacerse cargo de la mujer, ésta "se mostró sorprendida y hasta ofendida" por el accionar de la guardia. E incluso sostuvo que era una falta de respeto que la requisen. Sin embargo, a partir de lo dicho por el enfermero que la descubrió in fraganti y por los custodios que la retuvieron, los policías avanzaron con sus tareas y dejaron al descubierto el lado más fuerte de la falsa enfermera.

Entre sus pertenencias la mujer no sólo tenía algunos monederos con dinero, documentos y otros elementos que después se supo había robado de distintas habitaciones, sino también varias cápsulas de dos sedantes de buen poder que utilizaba para adormecer a las víctimas antes de llevar adelante el robo.

"La mujer no tenía armas blancas ni de fuego pero llevaba una cápsula vacía y 3 llenas de Gobbizolam y dos cápsulas vacías de Fentanilo", confió un vocero de la investigación. El primero de los fármacos, según se lee en su propspecto, "ejerce una acción sedante e hipnoinductora muy rápida, intensa y breve que, al igual que las demás benzodiazepinas posee propiedades ansiolíticas, anticonvulsivantes y miorrelajantes".

En el marco de la investigación, los policías y las autoridades del sanatorio supieron entonces que la falsa enfermera "le pedía permiso a los familiares de los pacientes para que se retiren de las habitaciones a fin de higienizarlos o realizarles alguna práctica como aplicar una inyección o extaerle sangre, y entonces aprovechaba para inocularles esas drogas y dormirlos. Tras ello revisaba las pertenencias de las víctimas buscando cosas de valor para robar".

La falsa enfermera fue identificada como Graciela Nilda J., de 42 años y afincada en el complejo Fonavi de Solís y Urquiza, aunque hasta la noche del domingo aún dormía tras las rejas a la espera de ser llevada a Tribunales para declarar frente al juez de Instrucción en turno. Entonces se podrá saber cuántas víctimas tuvo.


Martes, 19 de febrero de 2013