La ONG “Unidos por el Silencio” reclamó ayer al Municipio por la falta de inspectores de ruidos molestos durante la madrugada del 1 de enero.
“Sabiendo que el ruido domiciliario es el problema más denunciado por los vecinos que viven en Corrientes, no puede ser que en una fecha clave en la que se sabía que iba a haber descontrol con el volumen de la música, la Comuna haya dejado un solo móvil que se dedicó a controlar el local de Brasil y Pujol”, reveló Jorge Echeverz, coordinador general de la entidad.
El dirigente agregó que durante el Año Nuevo hubo gente enferma y recién operada que no pudo dormir en toda la noche debido a que sus vecinos la atormentó con potentes equipos de sonido hasta las 10:30 de la mañana.
“Fue una actitud imperdonable porque atentó contra la vida y la salud de las personas y el que tomó esa decisión, sea quien fuere, debería renunciar porque incumplió sus deberes de funcionario público y violó a sabiendas el artículo 2, inciso ‘c‘ del Código de Nocturnidad que prohíbe el uso de sonido amplificado en domicilios particulares”, recalcó Echeverz.
Desde esa organización hace tiempo luchan por frenar la violencia acústica, “cruzada” que le valió amores y odios entre la comunidad.
Jueves, 3 de enero de 2013