Considera que la propuesta opositora no grava lo suficiente a los ricos. Los republicanos aceptan una mayor presión impositiva pero para quienes ganan más de un millón de dólares por año. Contrapropuesta demócrata.El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, vetará el "plan B" presentado por los republicanos para evitar el "precipicio fiscal" si lo aprueba el Congreso, advirtió hoy la Casa Blanca, que reiteró que la propuesta no exige lo suficiente a las personas más adineradas.Dan Pfeiffer, director de comunicaciones de Casa Blanca, reiteró en un comunicado el rechazo de Obama a ese plan y comentó que el mandatario lo vetaría en el caso "improbable" de que fuera aprobado por el Congreso, donde el oficialista Partido Demócrata ejerce el control del Senado.Pfeiffer enfatizó que ese "plan B", presentado ayer por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, "pide demasiado poco a los estadounidenses más ricos", informó la agencia de noticias EFE.
El nuevo plan de Boehner muestra por primera vez disposición de los republicanos a aceptar aumentos de impuestos a los ciudadanos más ricos.
"Los republicanos piden demasiado poco a los estadounidenses más ricos"Dan Pfeiffer
Esa suba, según los republicanos, debería aplicarse a las familias que ganan más de un millón de dólares por año, mientras que Obama, en su última oferta, señala que tendrán que pagar más impuestos los hogares que ingresan más de 400.000 dólares anuales.
Cuando apenas quedan dos semanas para la fecha límite de finales de mes, en la que a falta de acuerdo entraría en vigor la combinación de abruptos recortes de gasto y subidas de impuestos conocida como "abismo fiscal", tanto republicanos como demócratas suavizaron sus posiciones recientemente.
Ejercicios políticos
Con los republicanos abiertos por primera vez a aceptar subas de impuestos, Obama también cedió y elevó su propuesta de tope para los contribuyentes a los que mantendría las exenciones fiscales de los 250.000 dólares a los 400.000.
Obama había hecho del techo de 250.000 dólares uno de los ejes de su campaña por la reelección, que finalmente ganó en noviembre pasado, por lo que el paso dado supone una significativa concesión.
El diseño del acuerdo comienza a dibujarse, ya que ambas partes parecen coincidir en un ahorro en torno a los 2 billones de dólares en la próxima década.
"El presidente considera que este momento presenta oportunidades para ambas partes para alcanzar un acuerdo significativo y equilibrado que sea bueno para las familias estadounidenses, la economía y el futuro de nuestra nación", destacó Pfeiffer en su comunicado.
Por eso, Obama insta a los republicanos a trabajar "para resolver las diferencias pendientes", en lugar de hacer "ejercicios políticos que aumentan la posibilidad de que los impuestos suban para todos los ciudadanos", agregó su director de comunicaciones.
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Jueves, 20 de diciembre de 2012