Trabajadores de la firma Far-mar reclaman por el pago de horas extras, acatamiento a convenios colectivos de trabajo y la provisión de elementos para su desempeño. Continúan las negociaciones con autoridades.
El clima laboral por estos días en las instalaciones de la empresa Far-mar no parecía ser de los mejores.
Es que a la protesta del personal de seguridad se suman quejas del personal administrativo por el no pago de horas extras en la firma farmacéutica más grande de la provincia.
"Trabajamos doce horas diarias y no se abonan las compensaciones correspondientes en el convenio colectivo de trabajo fijado con el Sindicato de Empleados de Comercio. Lamentablemente poco se ha podido hacer ante esta irregular situación. Ni hablar del maltrato verbal que recibimos cuando nos quejamos", manifestó a EL LIBERTADOR un empleado que prefirió reservar su identidad para no sufrir represalias de la Patronal.
El reclamo es por muchas cosas, primero que nada por aumento de los salarios, pero también tienen que ver con jornadas laborales (no se no pagan horas extras). "Acá nos explotan y nos hacen descuento por cualquier cosa", sostuvo otra empleada.
Cabe recordar que días atrás también surgieron cuestionamientos por parte del personal de seguridad. Es que el delegado regional Corrientes del Sutca (Sindicato Unidos de Trabajadores Custodios Argentinos), Ricardo Javier Florentín, comentó que más de 200 trabajadores se encuentran reclamando por mejoras laborales y salariales, ya que muchos de ellos cobran apenas, según comentó, 1.900 pesos, cuando deberían percibir montos que superan los 4.000.
"Como si esto fuera poco, ellos mismos son quienes tienen que costearse sus elementos de trabajo, o sea armamentos, chalecos antibala y pertrechos para poder ejercer su trabajo de manera eficiente y segura", dijo el gremialista.
En medio de las advertencias por posibles bloqueos el sindicalista disparó: "La única respuesta que tienen hacia los compañeros son amenazas, aprietes, persecución laboral y sindical, suspensiones por el solo hecho de afiliarse al Sutca. Será que los dueños, todos ex comisarios, sueñan con un pasado ya enterrado definitivamente en lo más profundo de lo peor de la historia argentina. Parece que debemos ser nosotros quienes ubiquen a estos personajes en su justo lugar".
Lunes, 17 de diciembre de 2012