En el 2007 firmaron un convenio con la Provincia para mudarse a un predio con instalaciones. El plan no se concretó. Señalan que se los promociona como un centro turístico pero no hay cloacas ni agua potable.



La presentación de un proyecto de resolución en el Senado para pedir al Ejecutivo Provincial que reoerdene el predio del Gaucho Gil, considerando especialmente la gran afluencia de personas al predio ubicado a la vera de la Ruta 123, hizo resurgir el planteo de los numerosos puesteros que viven y trabajan en la zona.
“Al menos a los que yo represento, que son unos 80, están de acuerdo con reubicarse pero siempre y cuando sea a un lugar que tenga infraestructura básica”, dijo a El Litoral el abogado Cabral. En ese marco, indicó que “inclusive en febrero del 2007 se firmó un convenio con la Provincia y ellos aceptaron trasladarse a otro lugar donde, por supuesto, tendrían las instalaciones necesarias para atender a la gente en forma adecuada. Teniendo en cuenta que la Cruz Gil es uno de los lugares más visitados de la Provincia, incluso más que el Iberá”.
Tras lo cual insistió en que si “les dan un lugar adecuado ellos no tienen problemas de mudarse”. No obstante aclaró que “no quieren ser desalojados, porque allí no sólo tienen sus fuentes laborales sino también sus viviendas. Ambos derechos, el de trabajar y tener un lugar dónde vivir, son contemplados en la Constitución y en éstos precisamente centramos la defensa de los puesteros”.
Haciendo referencia en este punto a la causa iniciada por Vialidad Nacional ante el Juzgado Federal de Paso de los Libres y que tiene como principal pedido que sea liberada la zona donde están los puestos porque pertenecen a un área que debería oficiar de banquina de la Ruta Nacional Nº 123.
“Sigue en curso la demanda pero nosotros seguiremos insistiendo en la defensa del trabajo de numerosas familias”, aseveró el abogado a El Litoral.

Martes, 2 de octubre de 2012