La toma, que es en reclamo de la adecuación de los planes de estudio, fue explicada por una de las referentes de la protesta como "una medida extrema ante el hartazgo de la falta de respuestas".Al menos 16 escuelas secundarias de la ciudad de Buenos Aires fueron tomadas en forma pacífica por los alumnos en reclamo de mayor participación en la discusión de la reforma curricular que pretende aplicar el gobierno porteño.Las tomas se concretan en su mayoría a escuelas técnicas, aunque también hay artísticas y bachilleratos, mientras que los jóvenes podrían ampliar a 25 la cantidad de establecimientos ocupados tras las asambleas que se realizaban esta tarde.En tanto, los colegios normales podrían sumarse a partir del martes a las protestas debido a que las reformas abarcan a todos los establecimientos de nivel medio, de acuerdo a los lineamientos propuestos por el Consejo Federal de Educación en el año 2009.
La Corriente Estudiantil de Base (CEB) es la agrupación que lidera las protestas y de acuerdo a distintos voceros juveniles consultados por Télam los colegios tomados son el Claudia Falcone, Fernando Fader, Eduardo Latzina, Hipólito Yrigoyen, Fernando Arranz, Cristóbal Hickens, Rogelio Yrurtia y Julio Cortázar.
También están ocupados el Comercial 23, el Nacional 17, el Normal 8, las Técnicas 8, 30, 13, 33 y la escuela de Danzas Nº2.
Los estudiantes anticiparon que mañana se podrían sumar la escuela Juan Esnaola y el Otto Krausse, mientras que el colegio Cornelio Saavedra, así como los normales 1, 4 y 10 se sumarían a partir del martes.
Nicolás, del centro de estudiantes del Normal 1, dijo a Télam que la reforma que propone la Ciudad de Buenos Aires quita materias específicas de la carrera técnica y, en el caso de los normales y bachilleratos, reduce las orientaciones.
"Sabemos que los estudiantes solos no vamos a pretender encarar una reforma del plan de estudios que creemos es necesaria. Lo que reclamamos es nuestra participación en el proceso de discusión, ya que son pocos los canales de diálogo que nos abre el gobierno porteño", precisó el estudiante.
En el año 2009, el Consejo federal de Educación fijó lineamientos de aprendizaje prioritario que debían tener las escuelas secundarias de todo el país con el fin de unificar los criterios de enseñanza pero cada jurisdicción debe adecuarlos en su territorio.
El gobierno porteño asegura que empezó el proceso de adecuación con directores y docentes el año pasado y que, a partir de mayo de este año comenzó a citar a distintos centros de estudiantes para explicarles la reforma en el nivel medio que debería estar vigente a partir de marzo de 2013.
Las escuelas técnicas realizaron diversas manifestaciones para rechazar la propuestas y consiguieron la adhesión de legisladores al entender que la propuesta reducía la carga horaria en materias como dibujo técnico o educación cívica y las reemplazaba por más horas de Lengua o Matemática. Los estudiantes rechazan además la eliminación de algunas orientaciones como comunicación social, físico-matemática o biología para reducirlas a sólo a diez.
Malena Fernández, presidenta del Centro de Estudiantes de la escuela técnica de jardinería "Cristóbal M. Hicken", explicó a Télam que las razones de la medida están fundadas "en la desastrosa aplicación que quiso implementar el Gobierno de la Ciudad para adecuar las currículas que homologuen los títulos a nivel Nacional".
La referente estudiantil dijo que "lo que intentó hacer (el jefe de Gobierno porteño, Mauricio) Macri fue una libre interpretación de lo que le exige el Consejo Federal a todas las provincias".
En tanto, Sofía, estudiante del Fader, explicó a Télam que la reforma propuesta "quita horas y transforma nuestras tecnicaturas en bachilleratos", lo que significa que "se desvalorizan nuestros títulos y nos recortan salidas laborales".
El subsecretario de Políticas Educativas del Ministerio de Educación porteño, Alejandro Finocchiaro, negó que entre las reformas propuestas esté el cierre del turno noche y su reemplazo por el vespertino y aseguró que se deben hacer reformas porque los programas actuales "no reflejan las innovaciones tecnológicas".
"Tener una escuela tomada u once es igual de malo para la educación de la Ciudad. El gobierno de Mauricio Macri cree que la educación pública se defiende con las escuelas abiertas y dando clases", argumentó el funcionario.
En tanto, Lucía Frasco, presidenta del centro de Estudiantes del colegio Mariano Acosta, dijo que lo que se reclama "es un canal de participación que hasta el momento no visualizamos".
"El martes próximo tenemos una nueva reunión con las autoridades del Ministerio y allí buscaremos las garantías para que se dé esta participación", anunció Frasco.
En este marco, la Unión de Trabajadores de la Educación, UTE-CTERA Capital, pidió hoy al Ministerio de Educación porteño que "permita la participación de toda la comunidad educativa en el proceso de discusión de la nueva currícula".
Jueves, 20 de septiembre de 2012