El Xeneize igualó con Argentinos 1-1 en La Paternal y sigue arriba debido al empate de Newel´s. Sin embargo, deberá esperar al resultado de Godoy Cruz. Capurro (PT 26m) y Ledesma (PT 33m -p-) hicieron los goles. Fue expulsado Placente (ST 20m).




Boca empató 1-1 con Argentinos en La Paternal, en un partido en que jugó casi media hora con superioridad numérica, y puede perder el liderazgo en soledad en el Torneo Inicial si triunfa Godoy Cruz.

Y al equipo de Falcioni le costó el primer tiempo, como suele costarle casi todo en los últimos tiempos, más allá de los buenos resultados conseguidos por el peso de las individualidades que casi siempre lo salvan. El local, modesto pero con buenas intenciones –pelota al piso y tres puntas-, planteó batalla y fue un poco más.

A los 26, cuando había pasado poco y nada cerca de los arcos, Somoza perdió en la mitad contra Alejandro Capurro y el volante del Bicho avanzó unos metros, se acomodó y sacó un derechazo bajo e inatajable para Ustari.

El 0-1 podía ser un golpe para el Xeneize, pero entre Sabia, Silva y Loustau le dieron una mano. El defensor tomó apenas al delantero dentro del área y el árbitro sancionó un penal con una vara estricta que en caso de seguirla siempre derivaría en no menos de 15 penales por juego. Pablo Ledesma lo cambió por gol con una ejecución brillante.

En el complemento la tónica del juego cambió, Boca salió con mayor decisión para defender el liderazgo, jugó seguido en campo rival y tuvo casi siempre el control de la pelota. Cerca estuvo de pasar al frente a los 16, pero Erviti no pudo tocar al gol desde la boca del arco. A los 20, para colmo de males para Argentinos, Placente vio su segunda roja consecutiva por un tremendo codazo al uruguayo Albín.

A poco más de diez minutos para el final, los de Astrada tuvieron su chance, pero Anangonó cabeceó apenas desviado un muy buen centro de Marcos Figueroa. De ahí en más, como antes, Boca merodeó varias veces con el segundo, pero careció de precisión en la puntada final, porque desbordó por las dos bandas, pero la pelota nunca llegó clara para sus delanteros de área. Con el tiempo cumplido, en la más clara, Ojeda le tapó con los pies un mano a mano a Colazo que pudo haber cambiado la historia.


Lunes, 10 de septiembre de 2012