Se trata del muchacho de 18 años que sufrió fractura de cráneo. Iba en motocicleta junto a un amigo, también malherido cuando fueron impactados por dos maleantes -uno de los cuales murió- que huían tras cometer un robo. Los ladrones registran antecedentes penales.


Uno de los dos jóvenes que sufrieron heridas gravísimas el sábado al ser chocados por “motochorros” es el hijo del actual director del Servicio Penitenciario de la Provincia (SPP) de Corrientes. Se trata de Víctor Hugo Molina, de 18 años.
Fuentes policiales confirmaron ayer a época que el muchacho continuaba bajo permanente asistencia médica en el área de terapia intensiva del Hospital Escuela de la capital correntina, a raíz de fractura de cráneo y otras lesiones de consideración.
En igual establecimiento médico permanece con múltiples fracturas Federico Ezequiel Pérez, también de 18 años y amigo de Molina. Ambos circulaban en una motocicleta al momento de ser impactados por el vehículo en el que los ladrones, uno de los cuales murió en el acto, escapaban de cometer un violento arrebato en el barrio Villa Raquel.
El delincuente muerto fue identificado como Lisandro Ezequiel Pimienta, de 24 años, mientras su cómplice resultó ser José Luis Gómez, de 23, quien sólo resultó con lesiones leves y ahora está detenido en la comisaría Octava. Los dos registran amplios antecedentes penales en causas de robo, resistencia a la autoridad e incluso lesiones (ver Regresó...)
Luego de algunas horas de incertidumbre los investigadores del caso establecieron la identidad de Víctor y su relación familiar con Hugo Molina, el funcionario que encabeza el escalafón de mando en el SPP.
Tanto Molina como Pérez ocupaban una motocicleta Honda CG Titán 150 y transitaban en calle Juan José Paso hasta que al llegar a la esquina con Cartagena los atropelló en el costado izquierdo una Gilera Smash 110, en la que Pimienta y Gómez iban a alta velocidad. Fue a las 15:15.
Los “motochorros” terminaban de cometer apenas una cuadra y media antes la sustracción de un pequeño bolso a una mujer en bicicleta, a quien empujaron al suelo provocándole golpes en un brazo.
La violencia del impacto entre los vehículos provocó que los cuatro jóvenes fueran a parar sobre una de las esquinas. Todos quedaron inmóviles a poca distancia entre sí junto a uno de los vehículos dañados.
El vecindario enseguida se transformó en un verdadero alboroto y pedidos desesperados de auxilio de parte de testigos y gente que salió de sus casas.
A los pocos minutos llegaron ambulancias del servicio público, una dotación de bomberos voluntarios y efectivos de la comisaría Octava.
En el escenario de la tragedia los socorristas constataron la muerte de Pimienta y las terribles secuelas físicas en los amigos Molina y Pérez, quienes manaron mucha sangre de heridas cortantes en la cabeza.
La víctima del arrebato observó a la distancia la colisión y acudió de inmediato. Fue allí donde avisó que la habían atacado para quitarle “un bolsito” de tela cargado con documentos y apenas 15 pesos.

En el acto
Pimienta conducía la Smash y su fallecimiento se produjo ante un severo traumatismo de cráneo con desnucamiento. A su cadáver lo reconoció una hermana.
Los encargados de la pesquisa iniciaron una doble causa, de “supuesto robo” por un lado y de “lesiones gravísimas seguida de muerte” en otro.
La Dirección de Pericias Científicas realizó los trabajos de mediciones, tomas fotográficas y otros que serán sumados a la investigación.
Las dos motocicletas están secuestradas a disposición de la Justicia y en el caso de la Gilera Smash trataban de precisar a quién pertenece.
El estado de salud de Molina era sumamente delicado y su vida corría serio peligro.

Lunes, 3 de septiembre de 2012