A punta de cuchillo y una “tumbera” entraron a un negocio de arte decorativo. Maniataron a la dueña y a una empleada. Robaron un teléfono, alhajas y dinero.
“Hay que matarlas”, amenazaron antes de iniciar la huida. La Policía los detuvo con la ayuda de vecinos.
Tres delincuentes armados con un cuchillo y un arma de fuego de fabricación casera fueron detenidos ayer después de asaltar un comercio en el centro de la ciudad de Corrientes, donde maniataron a la dueña y a una empleada para robar alhajas, un teléfono celular y algo de dinero.
Policías que pasaban ocasionalmente en dos patrulleros, más otro que salía de hacer compras en un supermercado, persiguieron a los maleantes y con la ayuda de vecinos lograron atraparlos a poca distancia.
Los involucrados son adolescentes de 15, 16 y 17 años que tendrían domicilio en la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco.
“Hay que matarlas”, dijeron los asaltantes antes de escapar caminando, según denuncia de las víctimas.
El atraco de violentas características ocurrió a las 9:15 en un negocio de arte y decoración situado en calle Mariano Moreno al 1500, casi esquina Santa Fe.
La propietaria, Liliana Schroeder, estaba trabajando junto a otra mujer cuando de repente ingresaron tres muchachos vestidos con buzos con capucha, quienes apenas traspusieron la puerta extrajeron el arma blanca y una “tumbera”.
Las mujeres fueron llevadas a empujones hacia la parte trasera del local, donde quedaron inmovilizadas.
“Yo les decía que se vayan porque que iba a entrar alguien, algún cliente. Me dijeron que no importaba si venía alguien porque lo iban a matar”, señaló la comerciante.
La mujer, llorando muy conmovida por el drama que le tocó vivir, explicó que uno de los asaltantes instaba a su cómplice a que le disparara. “¿Qué esperás?, tirale y matala”, eran las palabras que ella escuchó.
“Esto me da bronca y mucha impotencia. Actúan con total impunidad. Ellos mismos me dijeron que estaban jugados, que no les importaba nada. Me ataron de las manos con algunas telas que nosotros vendemos”, relató Schroeder a época mientras miraba cómo los asaltantes eran trasladados a la comisaría y señalaba cuáles portaban las armas.
Los ladrones alcanzaron a sustraer un celular digital, un reloj, una cadenita, un anillo, una pulsera, una plancha eléctrica, un taladro y una billetera con la suma de 20 pesos. Luego huyeron caminando por Moreno hacia San Lorenzo, donde giraron rumbo a la avenida 3 de Abril.
Corridas
La propia comerciante alcanzó a zafar de las ataduras y fue tras los ladrones. Su acción posibilitó que inmediatamente vecinos y policías de la Dirección de Planeamiento y Operaciones, más un cabo de la Policía de Alto Riesgo que salía de un supermercado, persiguieran a los delincuentes y atraparan a dos de ellos cuando entraron a un zaguán pretendiendo esconderse en el patio de un inquilinato.
En tanto, un móvil con efectivos de la comisaría Decimonovena que se dirigía hacia la Dirección de Seguridad Metropolitana (dependencia situada a dos cuadras) observaron el revuelo y prestaron colaboración. Interceptaron al tercer malviviente, el de 17 años, en calle Rivadavia casi Catamarca. Este delincuente era quien llevaba las armas.
Sábado, 11 de agosto de 2012