En la comisaría le hicieron una contravención y quedó libre, pese a que en el lugar había una víctima de un robo que había cometido minutos antes de que lo atraparan.
El bandido intentó agredir a los policías con un cuchillo que portaba y que finalmente se le secuestró. En la comisaría le hicieron una contravención y quedó libre, pese a que en el lugar había una víctima de un robo que había cometido minutos antes de que lo atraparan.
Un ladrón solitario fue detenido en la madrugada cuando personal de calle de la Policía provincial lo descubrió intentando robar a personas que circulaban en inmediaciones del barrio Juan XXIII en la zona Sur de la capital correntina.
El sujeto intentó agredir a los uniformados con un cuchillo gigantesco que llevaba entre sus prendas de vestir, informaron ayer fuentes oficiales.
El incidente en cuestión sucedió alrededor de las 5 de la madrugada por avenida del IV Centenario y calle Gato y Mancha cuando el móvil 937, a cargo del sargento Urbina y los cabos Dottori y Vallejos de la Policía provincial, recorrían la jurisdicción de la comisaría Duodécima y observó la actitud sospechosa de un sujeto joven que al ver a los uniformados comenzó a darse a la fuga.
En medio de este hecho, la Policía ya había recibido varios llamados alertando de la presencia de un ladrón que robaba a los peatones y automovilistas que pasaban por la zona, amenazándolos con un cuchillo tipo carnicero.
Ante la actitud de aquel sujeto intentaron identificarlo pero este se dio a la fuga iniciándose una persecución a pie entre el maleante y los efectivos que bajaron del móvil.
Cerca de dos cuadras de fuga, los uniformados lograron dar alcance al sospechoso pero, para sorpresa de estos, el procedimiento no iba ser de lo más sencillo ya que el delincuente, giró y volvió sobre sus pasos, pero esta vez con el cuchillo en la mano con el que además intentó agredir en varias oportunidades a los policías, que debieron poner en juego su profesionalismo, aún a costa de sus vidas y lo redujeron. Ninguno de los tres uniformados necesitó sacar su arma reglamentaria para amedrentar al violento.
Afortunadamente, tampoco ninguno de ellos fue alcanzado por los “chuzasos” del malandra, quien esta vez no pudo escapar y los efectivos lo redujeron, esposaron y trasladaron a la dependencia policial de la zona.
Fuentes oficiales confirmaron a época que el detenido sería de 22 años, quien además es oriundo del mismo barrio Juan XXIII y, como si esto fuera poco, ya contaría con prontuario policial por hechos similares de arrebato y robos a mano armada en toda aquella zona.
Pese al impecable procedimiento de los uniformados, cuando el delincuente fue trasladado a sede de la seccional Duodécima, un oficial que se encontraba de guardia, quien debería haber iniciado una causa por “tentativa de robo y hasta incluso por atentado y resistencia a la autoridad con arma blanca”, sólo le habría aplicado una “contravención”, pese a tener sentado en la guardia a un hombre que había sido víctima de robo del bandido atrapado, sólo un rato antes y por lo que los efectivos antes mencionados habrían actuado, poniendo en riesgo su vida.
Viernes, 10 de agosto de 2012