Rocío Gómez, de 31 años, es la mujer que fue bestialmente golpeada por su marido en la zona de Lomas de González, departamento de San Luis del Palmar. Habló con Radio Dos, y brindó un testimonio que resulta conmovedor. “Estoy mejor… Gracias a Dios estoy viva y puedo contar lo que pasó. Supongo que no se le disparó le arma, porque me quería matar”, aseguró la mujer. La bestia que golpeó a Rocío tiene 35 años, es de apellido Zayas, y continúa prófugo.

“Gracias a Dios estoy viva y puedo contar lo que pasó. Supongo que no se le disparó le arma, porque me quería matar; no le importaba nada… ni la bebe que tiene un mes que yo tenía en brazos. Tengo golpeado mi ojo, un corte en la cabeza, cortes en el cuello, la cara. Supongo que no se le disparó le arma, porque me quería matar”, dijo Rocío, en declaraciones exclusivas a Radio Dos.

La mujer contó en detalles su calvario. El que terminó en un momento: “en un momento dado mis dos hijos se le tiran arriba y le imploran para que no me sigan pegando. Ahí se queda dormido… entonces les pedí a los chicos que se callen, que no hagan ruido, y se quedaron arriba de él. Ahí me arrastré hasta el comedor con la bebé en brazos y le mandé un mensaje por celular a mi hermano. Fue él quien le avisó a la Policía y fueron en el patrullero. Cuando ví que llegó el móvil agarré a los tres y me escapé”.

“Estaba sola con mis tres hijitos…”, contó Rocío, cuyos hijos tienen 7 y 4 años, además de la bebita. Todos debieron soportar el infierno mismo de golpes y agresiones.

“Estaba alcoholizado, pero consiente; porque después que me mató a golpes, le dijo a los chicos que se despidan de él porque se iba a ir por un tiempo. Ya tenía pensado lo que hacía, tenía planeado matarme”, aseguró la mujer, quien dijo que el ataque se produjo por celos (“me decía que tenía otro… eso es cosa de él”, aseguró) y agregó: “nunca me hizo algo así. Hace doce años que estoy con él y nunca pasó eso”.

“Mis hijos le gritaban, le imploraban y él hasta le sacó de un puñetazo diciéndole que el también iba a ligar”, contó.

Cuando se le preguntó cómo seguirá su vida, dijo: “no sé como va a continuar. No quiero que se acerque ni a mí ni a mis hijos. Tengo un miedo terrible… el de pensar que pueda aparecer y capaz que me meta un tiro desde lejos”. Fuente: radiodos.com

Lunes, 6 de agosto de 2012