El público británico recibió hoy con los brazos abiertos a la delegación argentina en el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Tal como solicitó el Comité Olímpico Internacional (COI), al menos por un momento, la política parece haber quedado de lado entre ambos países, que en los últimos meses han vivido una escalada en relación al conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas, gobernadas por el Reino Unido.
La delegación tuvo como abanderada a Luciana Aymar, siete veces mejor jugadora de hockey del mundo, que llegó a Londres a buscar el único título que le falta.
En el estadio estuvo el grueso de los 137 deportistas que conforman la delegación, aunque algunos debieron ausentarse para estar descansados a la hora de competir, tal como le sucedió entre otros a la judoca Paula Pareto, quien mañana desde temprano intentara repetir su actuación de Pekín 2008, donde obtuvo la medalla de bronce.
En los minutos previos al desfile, los atletas argentinos maceraban su ansiedad con una lluvia de mensajes en la red social Twitter.
"Con @delpotrojuan y @picomonaco a punto de entrar al estadio. Se viene el desfile!!", escribió el basquetbolista Emanuel Ginobili y subió una foto junto a los tenistas, con los que luego caminó al ingresar al estadio.
"Escucho a Coldplay desde afuera del estadio y me quiero morir... Me estoy perdiendo todo", comentó el ala pivot Luis Scola.
De esta manera, parece haberse cumplido la voluntad del presidente del COI, Jacques Rogge, que recientemente elogió a la jefa de Estado argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
"Yo estoy feliz de decir que la presidenta argentina, Cristina Kirchner, dijo que los Juegos Olímpicos no son una ocasión para manifestaciones políticas de ningún tipo", dijo el jefe del olimpismo, en referencia a la Guerra de las Malvinas en 1982 entre Argentina y el Reino Unido, de la que recientemente se cumplieron 30 años.
El gobierno argentino patrocinó hace unos meses un spot televisivo en el que un jugador de hockey entrenaba en las islas, a las que los británicos denominan Falklands.
"Para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino", era el polémico cierre que generó malestar al gobierno británico y al COI.
"Hablamos con el Comité Olímpico Argentino y con el gobierno sobre este tema", aseguró el máximo responsable del olimpismo mundial, que tras la rueda de prensa dijo a dpa que no mantuvo ningún contacto directo con Fernández de Kirchner.
"No hablé con la señora presidenta, pero sé lo que dijo durante la ceremonia de despedida de los atletas olímpicos, y eso es muy positivo", señaló Rogge.
El 26 de junio, al despedir a la delegación argentina en Buenos Aires, Fernández de Kirchner insistió en que el spot publicitario le parece "divino" y aconsejó a sus atletas: "Están esperando que hagamos cualquier tontería; nosotros no somos tontos, no mezclamos las cosas. No necesitamos hacer ninguna cosa reñida con las prácticas deportivas. Nuestros derechos los defenderemos en los foros, donde se debe".
Viernes, 27 de julio de 2012