Los ladrones son tres jóvenes con extensa lista de antecedentes criminales. Entraron y recorrieron una vivienda donde ella descansaba junto a su familia.



Además del arma de fuego sustrajeron ropas y electrodomésticos. Los vieron al escapar y al rato fueron atrapados.

Tres delincuentes con antecedentes por lesiones, riñas, amenazas, hurtos y asaltos fueron nuevamente detenidos por entrar a robar en la casa de una mujer policía, a quien le sacaron el arma reglamentaria, electrodomésticos y ropas cuando dormía junto a su familia.

El delito se produjo a plena luz del día, alrededor de las 7:45, en el barrio donde efectivos de la comisaría Duodécima persiguieron a los ladrones hasta lograr sus capturas y recuperar todos los objetos robados.

Los autores del hecho fueron identificados como Carlos “Caio” Benítez, de 18 años, Damián “Macanti” Ponce, de 19, y Marcos “Marquito” Velozo, de 20. Todos son del barrio Quilmes.

La víctima del delito reviste el grado de cabo primero, presta servicios en esa dependencia policial y habita un domicilio de calle Ayolas al 3100, a unas tres cuadras de su lugar de trabajo.

La mujer policía, según reveló ante sus camaradas, no escuchó cuando los malvivientes ingresaron a la propiedad sino que despertó justo cuando éstos iniciaban la fuga. “Los vio salir corriendo, intentó perseguirlos y pidió colaboración a los efectivos que estaban en la comisaría”, reveló una autoridad superior.

Uno a uno los ladrones empezaron a caer en manos de la Policía mientras eran hallados los elementos robados, principalmente la pistola calibre 9 milímetros marca Bersa (con su cargador y municiones disponibles) que uno de ellos trató de esconder antes de ser alcanzado.

Lo recuperado, además del arma de fuego, son prendas de vestir varias, zapatillas, una plancha, un teléfono celular e incluso el estéreo del automóvil Ford Escort de la mujer.

Existieron tres factores fundamentales para que el robo fuera esclarecido de manera inmediata. Uno que la víctima haya despertado en el momento preciso de la huida de los delincuentes y pudiera verlos, otro que sus camaradas hayan actuado con rapidez y tercero que haya reconocido a los autores, “muy conocidos” por sus constantes (desde hace años) fechorías en los barrios de la zona sur, siempre cerca de donde viven.

Si de antecedentes se trata los de “Caio”, “Macanti” y “Marquito” completan varias carillas y en repetidas ocasiones han ganado espacio de notas policiales en las páginas de época.

Los imputados nuevamente quedaron a disposición de la Justicia, ahora con otra causa por hurto calificado.

Ebrio y armado

Un hombre de 40 años resultó demorado por efectivos de la comisaría Decimosexta cuando en la vereda de una casa consumía, junto a un grupo de amigos, bebidas alcohólicas mientras en una riñonera portaba un revólver cuya empuñadura dejaba a la vista.

El episodio ocurrió a las 3:25 en Pasaje Tabares al 700 donde vecinos pidieron presencia de las autoridades por ruidos molestos, música a alto volumen y desmanes en la vía pública.

Al hablar con los protagonistas del descontrol, bastante alcoholizados, uno de ellos portaba el arma de fuego (con tres vainas servidas) sin documentación de tenencia y portación, razón por la cual decidieron demorarlo. Más tarde recuperó la libertad pero el revólver sigue secuestrado.


Martes, 3 de julio de 2012