Detección temprana y dieta son clave para sobrellevar la celiaquía en una cultura que otorga al pan “connotaciones divinas”. El fundador de la Asociación de Celíacos de Argentina arribó a Corrientes para concientizar sobre la intolerancia al gluten y realizar una encuesta.
En Corrientes la Asociación de Celíacos realizó una encuesta para determinar el impacto y la aceptabilidad de la enfermedad. El trabajo tuvo lugar ayer en el marco de una conferencia a cargo del fundador de la entidad a nivel nacional, Eduardo Cueto Rua. El médico, además, señaló los síntomas, diagnóstico, tratamiento y políticas de Estado en torno a la patología, así como las ventajas de una dieta libre de gluten.
El cuerpo presenta signos que en muchas ocasiones son ignorados. Caída de cabello, uñas carcomidas, piel seca, baja estatura, cansancio, una menarca tardía en las mujeres o un demorado crecimiento del bello facial en los hombres, son algunas de las señales que alertan sobre un posible cuadro de intolerancia al gluten. Si una persona ignora que padece celiaquía no sólo pierde su calidad de vida. La ausencia de tratamiento puede derivar en la muerte por una desnutrición severa.
“El celíaco que hace su dieta es un superhéroe”, graficó el gastroenterólogo, fundador de la Asociación de Celíacos de Argentina y autor del libro “Celiaquía. Un modo de Ser”, Eduardo Cueto Rua. Por ello, el médico enfatizó en la necesidad de tomar conciencia sobre un diagnóstico precoz. El profesional, explicó además, que la persona con intolerancia al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (Tacc), puede mantener una vida normal con la modificación de sus hábitos.
El especialista remarcó que una mutual no debiera destinar 200 pesos mensuales a “una persona para comer harina. En 30 años son 75 mil pesos. Ese dinero debería invertirse en estudios para detectar a tiempo”. Luego señaló uno de los principales efectos adversos que también afecta a los no celíacos que es la acumulación de grasas.
“Las harinas engordan. Hay que comer granos enteros, legumbres. Nuestra boca está programada para comer legumbres y con harina comemos únicamente el almidón”, señaló el médico, quien además, llamó a tomar conciencia sobre una alimentación sana y remarcó que el celíaco puede ingerir una variedad de comidas, entre ellas, arroz, frutas, verduras y carnes.
“Al pan le damos carácter hasta divino. Porque el pan en América y Europa es sagrado. La celiaquía para los europeos tiene hasta connotaciones divinas. Esto es raro para el resto del mundo”, señaló a El Litoral.
En cuanto a la legislación nacional vigente, Cueto Rua indicó que establece la obligatoriedad y gratuidad del diagnóstico. Señaló que las provincias sólo deben solicitar los reactivos, aunque de forma programada, para detectar la enfermedad.
La celiaquía es una enfermedad genética que puede ser explosiva desde un principio o manifestarse como síntomas que en ocasiones, pueden confundirse con otras patologías. En el caso de los más chicos, la mayoría ya son derivados con previo tratamiento de desparasitación.
La detección temprana es fundamental, especialmente cuando el chico asoma el año de edad.
No obstante, el especialista señaló que “Argentina es un país rector” en la materia.
Sábado, 30 de junio de 2012