El diagnóstico del cuerpo de especialistas de AMET indica que “todo lo que el asalariado promedio deje de pagar en concepto de impuesto a las ganancias lo volcará al mercado de consumo porque son trabajadores que en la actualidad no tienen capacidad de ahorro y necesitan gastar todo lo que perciben en productos de la canasta básica”.
“Frente a los reclamos de una actualización que eleve la base del mínimo no imponible y como referentes de un gremio comprometido en todo momento con los derechos de los trabajadores decimos que el Gobierno Nacional está en condiciones cumplir con esa asignatura pendiente, liberando el haber de numerosos asalariados sin que por ello peligre el ritmo recaudatorio del Estado, que terminará recibiendo más por otros rubros impositivos estrechamente relacionados con el consumo”.
Así se pronunció en un reciente plenario de delegados y referentes de base del gremio AMET el secretario general de esa organización, Rufino Fernández, al asegurar que “si el Gobierno de la Nación se anima a dar el paso que reclaman los gremios sin dudas saldrá ganancioso no sólo en el terreno político sino también en lo fiscal, ya que todo aquello que los trabajadores no gasten en impuestos se volcará a la compra de artículos de primera necesidad”.
Frente a la que será la principal consigna del paro nacional de mañana, el titular de AMET y legislador provincial por Proyecto Corrientes consideró que “más allá de la posición más dura o menos dura de los distintos sectores del arco sindical, el reclamo de un mínimo no imponible acorde con el permanente impacto de la inflación en los salarios es justo y tiene lógica, porque hoy por hoy a la gente que gana 5.000 pesos y fracción no le está alcanzando el sueldo para comprar muchas cosas que sí podía adquirir hace un año atrás”.
“Esos trabajadores en su momento tenían un haber que se consideraba importante y la cifra aún hoy lo es para muchos argentinos que cobran menos que eso; sin embargo la inflación carcomió el poder adquisitivo y nos encontramos con un sinnúmero de empleados, asalariados, jefes de familia de clase media que terminan pagando ganancias cuando se trata de un gravamen cuyo espíritu está orientado a franjas más pudientes de la ciudadanía”, analizó el legislador de extracción sindical.
Rufino aseguró que “hemos consultado con especialistas en economía que forman parte del staff profesional de AMET para proyectar cómo serían los ingresos del Estado si la Nación cediera ante el reclamo de un mínimo no imponible más alto y los resultados indican que el país ganaría más liberando a los trabajadores de este impuesto en los segmentos más bajos de la pirámide salarial que obligándolos a tributar ganancias”.
El diagnóstico del cuerpo de especialistas de AMET indica que “todo lo que el asalariado promedio deje de pagar en concepto de impuesto a las ganancias lo volcará al mercado de consumo porque son trabajadores que en la actualidad no tienen capacidad de ahorro y necesitan gastar todo lo que perciben en productos de la canasta básica”.
“Entonces, si estamos hablando de una dinamización del consumo, debemos incluir en esa mejora un mayor circulante de divisa y una mayor recaudación en concepto de IVA, el impuesto que se paga por cada cosa que consumimos los argentinos y que seguramente aportará al Estado una mejor performance recaudatoria que en el esquema actual”, sostuvo el legislador y secretario general de AMET.
Miércoles, 27 de junio de 2012