Como en Guadalajara 2011, donde se consiguió la histórica clasificación a los Juegos Olímpicos, la Selección Argentina –a falta de cinco segundos- derrotó a Brasil por 22-21 en la final del Panamericano. El héroe fue Federico Fernández.



Fue un flashback, un momento fuerte, otra vez inolvidable. Faltaban cinco segundos y el marcador estaba igualado en 21. La Argentina, salvo ante Chile –parda-, había ganado todos los encuentros del Panamericano de Almirante Brown. Ya tenía en el bolsillo, tras el triunfo ante Uruguay, el pasaje al Mundial (España 2013) por séptima vez consecutiva. Allí intentará superar su mejor marca, el 12° puesto de Suecia 2011. Pero… Tiempo al tiempo. Mucho más, cuando enfrente está Brasil…

Emotivo, como en Guadalajara 2011, donde la Selección ganó la final y consiguió el pase, por primera vez, a los Juegos Olímpicos. Pero claro, había ganar el último mano a mano del torneo. Era la octava final al hilo de un torneo continental entre los dos combinados. La última, con un recuerdo muy fresco. Pero… En fin. Faltaban cinco segundos y llegó el penal a Fede Vieyra, el hombre del Huesca español. Su tocayo Fernández, de Ciudad Encantada, no lo dudó y rompió la monotonía. Y en llanto. Su gol, el del 22-21, le permitió al equipo de Dudy Gallardo obtener el 5° Panamericano de su historia, y quedó a tres títulos de Cuba, el máximo vencedor.

Sí, Gladiadores. Más Gladiadores que nunca. Brasil lo sabe. Los tienen de filhos…

Domingo, 24 de junio de 2012