Noche tras noche, grupos de vándalos atacan a piedrazos y tiros las dependencias. A una de ellas ya no le quedan ni ventanas. El otro es un destacamento inaugurado hace 7 meses que sufre al menos 3 ataques por semana.
Dos emblemáticos destacamentos policiales están actualmente jaqueados y su continuidad peligra, luego del implacable embate de grupo de vándalos que lo atacan constantemente a piedrazos y a tiros, pero además la mala construcción de uno de ellos pone en riesgo, no solo su continuidad, sino también la vida de los policías que trabajan allí.
Se trata de la garita policial “Mariano Ledesma”, inaugurada el 10 de noviembre, luego de casi un año de idas y vueltas y el reclamo de los vecinos, quienes finalmente la construyeron.
Está emplazada en la intersección de las calles Alberdi y Elcano, en el límite de los barrios Galván y Cabral.
El lugar está completamente destrozado, no le quedan ventanas ni vidrios y tampoco los pocos moviliarios con los que contaba.
Desde su inauguración fue blanco de constantes ataques de grupos antagónicos de las barriadas vecinas. Piedrazos y hasta tiros sufrió la estructura, aunque los policías que estaban en el lugar siempre cumplieron con el servicio. Pero también hay que decirlo, sirvió como refugio de muchísimas víctimas de la inseguridad, personas abusadas, asaltadas y hasta heridas hallaron seguridad y contención en ese lugar. Hoy sólo es ocupada periódicamente por policías que dentro de sus posibilidades tratan de brindar aunque más no sea una seguridad mínima en la zona.
La garita lleva el nombre de Mariano Ledesma, un menor de 15 años baleado en la cabeza por otros tres menores de entre 13 y 15 años con fines de robo. El hecho ocurrió a mediados de julio de 2007 y no fue sino poco más de un año después que recién, por insistencia de los vecinos, se pudo concretar su construcción. Hoy, el abandono es total.
El otro edificio es más viejo, y fue ocupado como destacamento y hasta como centro de salud del barrio, hasta que finalmente en el mes de octubre del año pasado fue reinaugurado y puesto a nuevo.
Se trata del Destacamento “Virgen de los Dolores”, el cual con una inversión de casi $250.000 fue puesto a nuevo.
Cuenta con tres dependencias internas bien equipadas y al menos 3 o 4 policías armados y un móvil que cubren el servicio, las 24 horas, en uno de los barrios periféricos más conflictivos. También llegó como pedido de los vecinos.
A siete meses de su inauguración, ya son pocos los vidrios que le quedan sanos, por acción irracional de delincuentes juveniles que arremeten todas las noches contra la estructura.
“Con la Policía en el lugar, se fueron terminando las tertulias nocturnas de muchos revoltosos, que todas las noches se quedaban hasta tarde a tomar en la esquina del cementerio y atacaban a los descuidados que volvían a sus hogares a descansar tarde en la noche. Se incrementó el patrullaje y la sola presencia ya daba algo de seguridad”, explicaron a época algunos vecinos.
Según comentaron extraoficialmente algunas fuentes policiales consultadas, este destacamento sufre alrededor de 3 o 4 ataques semanales de grupos antagónicos.
“Afortunadamente ninguno de los uniformados resultó herido hasta ahora, pero los ataques son cada vez más violentos”, dijeron los voceros.
Pero si bien es una situación grave y límite con la que los uniformados destacados en el lugar deben lidiar noche tras noche, no es lo más grave que deben padecer, ya que corren peligro que el edificio se les venga abajo.
Fueron los propios vecinos quienes alertaron de las gigantescas fisuras que posee la flamante edificación, no sólo en los laterales, sino en el frente y una de importante tamaño en la parte posterior que se nota claramente.
Dentro del Destacamento ya hubo un desprendimiento de mampostería del cielorraso. Algunos de los vecinos atribuyen estos problemas al asentamiento del suelo, teniendo en cuenta lo rápido que fue puesto a nuevo el edificio.
Lo cierto es que de continuar el deterioro acelerado, el edificio podría quedar fuera de servicio, dejando sin seguridad necesaria al barrio.
Jueves, 24 de mayo de 2012