El profesional había pedido a su abogado ampliar su testimonio ante la Justicia, pero ayer no se presentó en el Juzgado de Instrucción Nº 6. Su ausencia se debe al estado de salud.


Los querellantes lo aguardaron por una hora. En los próximos días comienza la ronda de testimoniales con 13 testigos.

A pesar de haber pedido a su abogado am-pliar su indagatoria ante la jueza Graciela Ferreyra, quien lleva adelante el caso por el trágico derrumbe en el cual murieron 8 obreros, el ingeniero Walter Bruquetas no se presentó ayer a la Justicia como estaba previsto. Su declaración despertó el interés en las partes y la querella se hizo presente en el lugar. Pero el profesional no se apersonó y presentó un certificado médico, al parecer no se en-cuentra en buen estado de salud.
Por otra parte y en el mar-co de las pesquisas, la semana que viene comienza la ronda de testimoniales y son 13 las personas que atestiguarán ante la Justicia, en-tre ellos profesionales y agentes de tránsito.
En comunicación con el abogado de uno de los obreros fallecidos que se presentó como querellante, doctor Ernesto González explicó que “ayer nos presentamos en el Juzgado de Instrucción Nº 6, a cargo de la jueza Ferreyra, ya que el ingeniero Walter Bruquetas iba a prestar declaración. Es-tuvimos hasta las 9 pero al parecer presentó un certificado médico. Justamente el abogado del profesional ha-bía adelantado que su defendido quería ampliar su testimonio”.
Otro de los abogados querellantes de la familia Diego Rodríguez, uno de los obreros fallecidos en el día de la tragedia, doctor Rubén Leiva dijo a la prensa que “esperamos poder interrogarlo so-bre las responsabilidad pe-nal como civil, respecto a la forma y las razones por las cuales se excedieron de las reglamentaciones municipales con tres pisos más de las que estaban autorizados”. Ante la ausencia, el letrado dijo que “con la indagatoria íbamos a intentar determinar si realmente Bruquetas es el propietario de la empresa que traía el hormigón. Si bien existía una supuesta SRL”.

El caso
El 22 de marzo, un ensordecedor ruido sacudió el tranquilo mediodía del ba-rrio Cambá Cuá. La parte alta de un edificio de 7 pisos en construcción se derrumbó y 8 obreros murieron al caer a una casa lindante. Cinco trabajadores perecieron en el acto, los otros tres murieron después en el Hos-pital Escuela. Un solo obrero, Nelson Valenzuela sigue hospitalizado a más de un mes de la tragedia, quien podría ser derivado a otra provincia para una cirugía en la cadera.
En el marco de la causa en la Comisaría Primera se presentaron los hermanos Wi-lliam y Marcelo Mayer, principal inversor y arquitecto director de la obra respectivamente, el responsable de la empresa constructora, Walter Bruquetas. Los tres quedaron detenidos e incomunicados y tras pagar una millonaria inversión (entregaron inmuebles) recuperaron la libertad.

Miércoles, 16 de mayo de 2012