Lo anticipó el abogado de la familia, Rubén Leiva. El hecho ocurrió en San Lorenzo cuando el preso falleció luego de incendiarse su celda.

Los principales imputados son la oficial Carolina Libramiento y los cabos Ramón Moreno y Francisco Arrúa. Tras la resolución negativa de su pedido de excarcelación, los efectivos de la Policía involucrados en la muerte de Raúl Eduardo Cardozo podrían quedar detenidos, según anticipó el abogado de la familia de la víctima, Rubén Leiva.

Se trata de la oficial Carolina Libramiento y los cabos Ramón Moreno y Francisco Arrúa, los agentes que habrían golpeado salvajemente al embarcadizo que luego falleció como consecuencia de las graves quemaduras sufridas al incendiarse su celda.

“Hoy habrá una novedad de importancia. Nosotros creemos que ya se tendría que haber ordenado la detención de los tres policías, y vamos a insistir en eso. Creemos que hoy puede darse eso”, explicó Leiva. “La situación de los policías es que se le denegó la eximición de prisión y estamos a la espera que se los cite y queden detenidos.”

Leiva dijo que los involucrados “estarían ya detenidos, pero por una decisión interna de la Policía”, aunque aclaró que no tiene confirmada esa información.

Los funcionarios involucrados fueron apartados, luego del incidente, por el ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, quién además ordenó el relevamiento del comisario del lugar.
Además de los antes mencionados, también el comisario Anselmo Pruyas y el sargento ayudante Antonio Ortiz con investigados por su grado de participación en el fatal incidente.

EL HECHO

Raúl Cardozo, de 31 años de edad, fue detenido el domingo 29 de abril por la noche -en estado de ebriedad- luego de protagonizar incidentes durante un espectáculo de doma y chamamé en la mencionada localidad y, de acuerdo al relato policial, en otro ataque de ira prendió fuego al colchón de su celda –con un encendedor que olvidaron quitarle al arrestarlo- y se quemó casi el 90% del cuerpo.

Por las heridas sufridas, el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Escuela de esta ciudad donde finalmente murió, tras un día y medio de agonía en el área de cuidados intensivos, ayer cerca de las 14 horas.

Sus familiares acusaron a los efectivos policiales de “haberle prendido fuego” para borrar la evidencia de los golpes que le propinaron.

Su prima Cristina explicó que “era imposible que tuviera un encendedor” ya que no fumaba, y agregó que “le pegaron tanto, que le rociaron con combustible y lo quemaron para borrar las pruebas”.

Además, señaló al comisario de quién dijo que “seguía dándoles órdenes a los policías para que le siguieran pegando”.

Martes, 15 de mayo de 2012