Los cadáveres decapitados y desmembrados serían de inmigrantes. La organización criminal mexicana se atribuyó la masacre. El gobierno de El Salvador expresó "su más enérgica condena" a la masacre y añadió que sigue con atención el caso y queda a la espera de "cualquier información que derive de las investigaciones". En 2010, trece salvadoreños perecieron en una masacre de 72 personas cometida por el cártel Los Zetas en Tamaulipas, noreste de México. En la matanza también perecieron ciudadanos de Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil.Los 49 cuerpos encontrados el domingo en una ruta cercana a Monterrey, norte de México, fueron todos decapitados, desmembrados y los agresores les cortaron las manos para dificultar la identificación dactilar, informaron autoridades estatales.
En el lugar fue encontrado un mensaje que indica que la masacre fue "autoría de Los Zetas", la violenta organización criminal fundada por exmilitares desertores que opera principalmente en los estados del norte, noreste y este del país, precisaron fuentes del Gobierno.
"Se tienen contabilizados 49 cuerpos, de los cuales 43 son del sexo masculino y seis del sexo femenino", declaró en conferencia de prensa Jorge Domené, vocero de Seguridad del estado de Nuevo León, cuya capital es Monterrey.
Los cuerpos, todos sin cabeza y mutilados de las cuatro extremidades, fueron abandonados en la madrugada en bolsas de plástico apiladas en una zona poco transitada a 180 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
El gobierno Federal, por su parte, "condenó con toda energía" la matanza y atribuyó estos hechos violentos a la disputa entre organizaciones criminales por el control de rutas y mercados delictivos. "Pensamos que probablemente las víctimas son de otra entidad o pudieran ser migrantes, no descartamos ninguna posibilidad", dijo de su lado Adrián de la Garza, procurador de Nuevo León.
El hallazgo ocurre cuatro días después de que otros 18 cadáveres decapitados y mutilados fueran localizados en dos automóviles en una carretera cercana a Guadalajara (oeste), presuntamente como venganza de Los Zetas por 23 asesinatos ocurridos el viernes 4 de mayo en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Más de 50.000 personas han muerto en México en los últimos cinco años a consecuencia de las disputas entre los cárteles del narcotráfico y la ofensiva militar lanzada por el gobierno, incluido un número indeterminado de víctimas ajenas al crimen organizado.
Martes, 15 de mayo de 2012