Es por las acusaciones de los familiares de Raúl Cardozo, quien falleció como consecuencia de las graves heridas sufridas, aparentemente, tras incendiar su celda. Lo anunció el ministro Valdés. Acusan a efectivos policiales de golpearlo salvajemente.



Tras la muerte de Raúl Cardozo, el hombre oriundo de la localidad de San Lorenzo que falleció como consecuencia de las graves quemaduras sufridas aparentemente tras incendiar su celda, y las acusaciones de sus familiares a la policía del lugar, el Gobierno provincial decidió remover a tres de los funcionarios involucrados.

“Hemos decidido apartar inmediatamente a los tres funcionarios actuantes y también vamos a hacer un cambio de comisario en el lugar”, explicó el ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, en declaraciones radiales. “Vamos a poner a estas personas a disposición de la justicia.”

Respecto del hecho fatal, Valdés afirmó que “se están investigando” las circunstancias en la que se produjo.

“Hay que investigar profundamente para ver que pasó y cuáles fueron las circunstancias en las que se produjeron estos incidentes” aseveró el funcionario. “Sin lugar a dudas estamos poniendo todas las fuerzas que nos confiere el ordenamiento jurídico a los efectos que se pueda llegar a la verdad de estos sucesos.”

EL HECHO

Raúl Cardozo, de 31 años de edad, fue detenido el domingo por la noche -en estado de ebriedad- luego de protagonizar incidentes durante un espectáculo de doma y chamamé en la mencionada localidad y, de acuerdo al relato policial, en otro ataque de ira prendió fuego al colchón de su celda –con un encendedor que olvidaron quitarle al arrestarlo- y se quemó casi el 90% del cuerpo.

Por las heridas sufridas, el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Escuela de esta ciudad donde finalmente murió, tras un día y medio de agonía en el área de cuidados intensivos, ayer cerca de las 14 horas.

Sus familiares acusaron a los efectivos policiales de “haberle prendido fuego” para borrar la evidencia de los golpes que le propinaron.

Su prima Cristina explicó que “era imposible que tuviera un encendedor” ya que no fumaba, y agregó que “le pegaron tanto, que le rociaron con combustible y lo quemaron para borrar las pruebas”.

Además, señaló al comisario de quién dijo que “seguía dándoles órdenes a los policías para que le siguieran pegando”.

Jueves, 3 de mayo de 2012