Estaba borracho al ser detenido por pelear con el organizador de un evento y olvidaron sacarle un encendedor oculto en los bolsillos de su pantalón. Se abrió una investigación interna y sumarios para todos los policías de guardia. Falleció tras día y medio de agonía.

Un hombre de 31 años que fue detenido luego de protagonizar serios incidentes durante un espectáculo de doma y chamamé en la localidad de San Lorenzo, quien había terminado internado en Terapia Intensiva, falleció ayer tras un día y medio de agonía luego de que en otro ataque de ira prendiera fuego al colchón de su celda y sufriera quemaduras en su cuerpo, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió el domingo por la noche, cerca de las 20, cuando Raúl Eduardo Cardozo (31) llegó hasta un complejo donde se llevaba a cabo un espectáculo de doma y además tocaban conjuntos chamameceros. “Estaba alcoholizado y sumamente agresivo”, agregó la Policía local a su informe.

Lo cierto es que luego de discutir con el boletero del evento y el organizador del mismo, y de arrojar sillas y mesas en el lugar, fue detenido por la Policía no sin antes agarrárselas a golpes de puño con ellos para evitar el arresto.

Cardozo fue trasladado hacia la comisaría local y luego de quitársele el cinto y los cordones (procedimiento habitual), los policías lo dejaron sentado en el “catre” del calabozo.

Minutos más tarde, ya promediando las 21:50, el detenido le prendió fuego al colchón de su camastro y las llamas tomaron todo el lugar donde existían otros elementos de alta combustión.

Pese al esfuerzo de los efectivos de la guardia, Cardozo no pudo evitar ser alcanzado por las llamas. Al parecer durante la requisa, los policías no le quitaron un encendedor que el muchacho tenía en sus bolsillos y con el que se cree inició el incendio en su celda.

Con la premura del caso, el herido fue trasladado de urgencia hacia la capital correntina e internado en el área de cuidados intensivos del Hospital Escuela, con carácter de reservado. Finalmente, ayer cerca de las 14 se produjo su deceso.

El seguimiento médico indicó que Cardozo no experimentó evolución favorable y que su estado era sumamente grave debido a que sufrió quemaduras de 2º y 3º grado en el 90 por ciento de su cuerpo, con serias complicaciones pulmonares.

Debido a este hecho, se dispuso el inicio de una investigación interna y sumario para todos los efectivos que se hallaban en la guardia aquella noche.

Antecedentes lamentables

Sin dudas que este tipo de hechos remontan directamente al 13 de enero de 2006, a la tragedia ocurrida en la Alcaidía de la comisaría Séptima, donde tres presos perecieron tras incendiar las celdas, mientras que otros sufrieron heridas de consideración.

Pero por este tipo de casos hay un antecedente más reciente y que tuvo lugar en la comisaría Decimotercera de la capital correntina y que terminó con otro preso fallecido, tras 48 horas de agónico sufrimiento debido a una actitud similar.

Fue el domingo 16 de enero a las 18;40 cuando Juan Adrián Azula, quien había sido detenido un rato antes, al parecer por disturbios en la vía pública. Varios vecinos relataron a época, que cuando lo descendieron de la camioneta ya lo notaron exaltado.

Tras el incendio el muchacho fue retirado de su celda y socorrido con jarros de agua fría en su cuerpo por vecinos y policías de la comisaría. Azula falleció 2 días después y tenía al 70 por ciento del cuerpo calcinado.


Miércoles, 2 de mayo de 2012