El Millonario, con una leve reacción en el complemento, le ganó 2-0 al Globo en Núñez y quedó a un punto del líder Instituto, que mañana recibirá a Atlanta. Hernán González (ST 12m) en contra y Cavenaghi (ST 36m), los goleadores.
Almeyda desarmó el tridente ofensivo aunque debió recurrir a él luego del flojo primer tiempo. Ferrero (ST 15m) y Tavio (ST 38m) vieron la roja en el visitante, que pelea por no descender.
Todavía muy lejos del nivel de juego añorado, River debió ponerle el overol a su equipo de gala para conseguir un ajustado triunfo por 2-0 sobre Huracán en el estadio Monumental, por la fecha 29 del Torneo Nacional. Los de Almeyda, que venían de perder con Atlanta, mostraron otra tibia actuación pero les alcanzó con dos ráfagas en el complemento para quedar a un punto del líder Instituto, que mañana será local ante Atlanta y la semana próxima tendrá que viajar a Núñez.
Con el reestreno del 4-4-2 y el adiós al tridente ofensivo, el Millonario procuró mejorar el andamiaje en el mediocampo y adquirir mayor solidez defensiva. Ninguna de las dos premisas centrales de Almeyda se lograron en el primer tiempo. Cirigliano prometía mejor distribución en el mediocampo, aunque lució tan impreciso como Ponzio. Así, el Millonario jamás logró hilar jugadas prolijas y cayó en la trampa del voluntarioso Huracán.
El Globo dejó atrás sus últimas pálidas actuaciones e hizo mejor las cosas en el capítulo inicial, con Battaglia como abanderado. A su vez, Milano supo dañar en la espalda de Vella, que se proyectó pero nunca logró entenderse con Ocampos. La única situación de riesgo en el arco de Calviño llegó a los 38 con un tiro desde fuera del área de Cavenaghi. En tanto, el visitante avisó a 22 a través de un desborde de Milano que González no conectó bien.
Almeyda movió la estantería sin miedo en el vestuario. El venezolano González y Trezeguet reemplazaron a Abecasis y Vella para iniciar el complemento. Así, River pasó a marcar con dos y medio (Ponzio), cubrió el medio con cuatro volantes y reinstaló el tridente. La jugada salió bien: el gol que quebró la paridad llegó a los 12 tras un centro del Maestrico que dio en Hernán González. Cirigliano y Sánchez, claves en la triangulación previa.
Los problemas del visitante se potenciaron a los 15, cuando Ferrero vio la roja por excederse en una protesta ante Beligoy. A partir de allí, el partido cayó en un pozo por culpa de ambos. River no pudo tener la pelota, mientras que el Globo se adelantó mostrando todas sus limitaciones. La incertidumbre recién se despejó a los 36: Domínguez guió una réplica y abrió para Cavenaghi, que se sacó la mufa. Enseguida vio la roja Tavio, por una plancha criminal ante Trezeguet.
River volvió al triunfo, pero las deudas que acumula en su rendimiento siguen vigentes. Una vez más, el Millonario solucionó sus problemas gracias a un par de ráfagas y recuperó la calma con el aval de un rival que nunca terminó de creer en sí mismo. "A partir de ahora sólo nos importa ganar, debemos ascender", había asegurado Almeyda en la semana. La felicidad de los hinchas pese al éxito desteñido pareció avalar ese discurso pragmático.
Domingo, 15 de abril de 2012