El presidente de River Daniel Passarella no acepta pares, gente de experiencia que lo pueda poner en jaque: por eso no quiso a Gallego, Ramón o Sabella. Simple, les tiró un viaje a la Luna a dos hombres con la experiencia para manejar una avioneta: Jota Jota y el "Pelado" Almeyda. La culpa no es del Chancho...


El descenso, al margen de la única incorporación de Bordagaray, fue la crónica de una muerte anunciada que tuvo su momento de mayor notoriedad con esos ojos llorosos de Jota Jota en Córdoba, desparramando lágrimas en el banco.

Es que Passarella no soporta ni que se le acerquen y su soberbia, ego y envidia lo llevan directamente al odio. Allá, por diciembre de 1994, estaba en Francia y cuando se enteró que el Vélez de Bianchi le había ganado 2 a 0 al Milan por la Intercontinental se encerró, portazo de por medio, en su habitación.

Otra. Cuando Alejandro Sabella ganó la Libertadores con Estudiantes no lo llamó ni por teléfono. De hecho no le hizo llegar saludos a través de nadie. Pero fiel a su envidia y sarcasmo, se comunicó con "Pachorra" cuando perdió en el Mundial de Clubes con el Barcelona de Messi.

Es que este hombre, que ganó las elecciones a base de mentiras, desaprovechó su primer torneo en el que finalizó decimotercero. Pero al margen de eso, juró que mientras él sea presidente de River, Ramón Díaz y el "Tolo" Gallego, dos ex amigos que odia por envidia, jamás serían entrenadores del Club.

Mientras, Passarella figura en los libros de historia como el presidente en ejercicio que un 26 de junio del 2011 comandaba al Club en su único descenso de su gran historia. Y hoy en día no hay tema que no esté rodeado de sospechas: la venta de Buonanotte, la de Lamela, el pase de Ocampos, el 50 por ciento de Abecasis, el 20 de Cirigliano y varios temas que hacen cola por salir a la luz.

En síntesis, después de Atlanta, con hidalguía Almeyda se hizo cargo por un error en el cambio del "Chori" y por toda la derrota. Pero no es justo. Almeyda es inocente porque le faltan espalda y experiencia para manejar semejante situación. Se metió en esto apenas se consumó el descenso. Y fue Passarella el que lo puso ahí. Lo mismo con el timorato Jota Jota, cuando pudo haber traído, entre otros a Ramón (como prometió en campaña), el "Tolo" o Sabella, todos hombres del Club y campeones de todo.

Esto no va en desmedro del "Pelado" Almeyda, que tiene potencial. El problema es que Passarella cada día que pasa se ocupa de poner a River un escalón más abajo.

Y sabiendo cómo es, nunca va a mirar para adentro. Y los destrozos sólo los sufrirán River, sus socios y sus hinchas.


Lunes, 9 de abril de 2012