Mes a mes se repite la denigrante espera para cobrar pensiones y jubilaciones. A pesar de los reclamos, la entidad bancaria no dispone mejoras para la atención al público.



Insultos, caos, malestar, amontonamiento, inseguridad. La gente que espera en la vereda de la sucursal Corrientes del Banco Nación pasa por situaciones indignas para poder cobrar.
Durmiendo en la vereda durante la noche, hombres, mujeres con niños, ancianos, discapacitados esperan para ingresar al banco y retirarse lo antes posible.
Sin embargo, las largas horas de espera se hacen interminables en la intemperie y la incomodidad.
“Tenemos chicos y hay gente grande también esperando. Estamos haciendo cola desde la 1 de la mañana”, señaló una persona ofuscada por la situación.
Esto se repite mes a mes en la esquina de 9 de Julio y Córdoba, en el centro de la capital.
Es una postal casi cotidiana que requiere de medidas urgentes para el bienestar de los beneficiados. Mientras tanto, la atención al público deja mucho que desear.
A pesar de los reclamos y las intimaciones, la sucursal local de la entidad crediticia nacional no amplía sus instalaciones ni habilita otros centros de pago para descomprimir la situación en el centro.
Así, el descontento se hizo sentir nuevamente ayer, cuando las filas se extendieron hasta la peatonal Junín y hasta la calle Mendoza.
Las voces se alzaron en contra de la organización del pago y del ex director de la institución, Fabián Ríos. Advirtieron que las autoridades “nunca dan la cara”, y pese a la entrega de números, los problemas para ingresar a la entidad no cesan.
“Espero desde las 3 de la mañana. Todos los meses es lo mismo. No hay ninguna mejora; encima, hay sinvergüenzas que te cobran 50 pesos para hacer la cola”, comentaron.
“Vine anoche a hacer cola para poder acceder a un número, pero después aparecen los que venden números y el lugar a 40 o 50 pesos”, apuntó una mujer que guardaba su lugar desde las 22 del lunes.
En mayo de 2011, la Defensoría del Pueblo de Corrientes accionó con notas enviadas a las autoridades del banco para que cese esta situación con la colocación de más ventanillas de pago, pero el panorama no cambió en nada, según se puede ver todos los días cuando rigen los cronogramas de pago.
El titular de ese organismo, Miguel Alegre, había dicho que “es un espectáculo denigrante porque no se puede creer que exista tanta improvisación para atender las demandas de gente necesitada”.


Miércoles, 4 de abril de 2012