Según el testimonio del marido, la mujer murió durante un ilícito en su almacén. Pero la Policía no encontró indicios de un delito y sí recabó testimonios acerca de una relación entre el hombre y su mucama. Horas más tarde el septuagenario murió de hipertensión.


Un caso que incluye ribetes pasionales y mucho misterio sucedió ayer en la localidad correntina de Perugorría. Es que una anciana falleció tras un supuesto asalto del cual su marido también fue víctima. Pero el hombre, único testigo, también murió horas más tarde por lo que la Policía intenta establecer cómo sucedieron los hechos.
Fuentes oficiales ligadas a la pesquisa del truculento caso indicaron que todo sucedió en horas de la madrugada en un almacén situado por calle Colón, entre 25 de Mayo y Berón de Astrada, de aquel lugar distante 239 kilómetros de Capital.
Al parecer, en ese sitio irrumpieron delincuentes portando armas (no se especificó si de fuego o blanca) con firmes intenciones de robo. Pero los moradores, María Elena Favilla (76) años, y su esposo Tomás Lagrilla (75), resistieron el ataque.
Durante el incidente, según los dichos del hombre ante los investigadores, la mujer resultó con golpes que le provocaron el deceso en el lugar.
Justamente Lagrilla fue quien alertó a la Fuerza de seguridad local sobre el hecho, a quienes les contó lo ocurrido, permitiendo que actúen los peritos y retiraran el cadáver de la víctima.
Según los testigos, el cuerpo de Favilla no presentaba signos de violencia a simple vista y tal como ocurre en estos casos, se ordenó su traslado hasta la morgue judicial ubicada en el Hospital Civil “Dr. Fernando Irastorza” de Curuzú Cuatiá donde anoche le practicaban la autopsia para determinar la causa real del deceso.

Testimonios y giro en la pesquisa
En la comisaría local el anciano prestó declaración testimonial contando cómo sucedieron los hechos. Pero durante su relato, los pesquisas notaron ciertas contradicciones y algunos puntos “oscuros”.
Además, en forma paralela, recolectaron testimonios entre los vecinos y conocidos de la pareja. Producto de esta acción se supo que, según los trascendidos recabados, no habría ocurrido un asalto sino que tuvo lugar una fuerte discusión entre ambos septuagenarios.
Es que entre el hombre y su empleada doméstica, cuya identidad no se reveló, existiría una relación sentimental oculta de larga data, la cual habría provocado el altercado entre los esposos.
Un dato no menor es que un día antes de la pelea, la mucama había sido despedida.
Estos datos, sumados a que en el almacén se encontraron 14 mil pesos en efectivo que no fueron robados, orientaron la investigación de un homicidio en ocasión de robo a un crimen con aristas pasionales.

Inesperado
Por ello el hombre quedó en la mira como principal sospechoso, aunque las pruebas recabadas hasta ese momento no eran suficientes como para involucrarlo.
Un dato no menor, y que resultaría determinante, es que el anciano sufría de hipertensión, enfermedad crónica que lo aquejaba hace años.
Pues bien, minutos después de las 13 el hombre tuvo un pico de tensión que le costó la vida, dejando desconcertados a los policías que llevan la investigación del caso.
De esta manera, el misterioso caso arrojó dos personas fallecidas y muy pocos datos concretos.


Viernes, 23 de marzo de 2012