El gobierno del premier británico, David Cameron, anunció una baja de impuestos a los más ricos y medidas para beneficiar a la gente de menos ingresos, pero la oposición dijo que las iniciativas favorecen mucho más a los sectores adinerados que a los pobres y en nada a la clase media.El gobierno del premier británico, David Cameron, anunció hoy una baja de impuestos a los más ricos y medidas para beneficiar a la gente de menos ingresos, pero la oposición dijo que las iniciativas favorecen mucho más a los sectores adinerados que a los pobres y en nada a la clase media.
La coalición de conservadores y Liberales-Demócratas que gobierna en el Reino Unido presentó hoy en el Parlamento el presupuesto del Estado para el ejercicio 2012-2013, que contempla una baja del 50 al 45%, a partir de abril de 2013, en la carga fiscal sobre las rentas más altas.
El anuncio fue realizado por el ministro de Economía George Osborne, quien adviritó ante los parlamentarios que estos cambios de política fiscal en el nuevo presupuesto son prioridad para la "la estabilidad" y "la competitividad" del país, informó la agencia de noticias Europa Press.
Osborne insistió en que la rebaja de los impuestos a los más ricos al 45% se debe a que el cobro del 50% fue un fracaso porque agudizó la evasión, y que la diferencia quedará compensada por otros aumentos fiscales.
Asimismo, justificó esta reducción con el argumento de que esa recaudación apenas tenía impacto en las finanzas públicas, mientras que había sido criticada al considerarse que ahuyentaba la inversión.
Las nuevas rebajas impositivas afectan sólo a los más ricos o a los más pobres, porque la propuesta gubernamental también contempla aumentar hasta las 9.200 libras (11.000 euros) el mínimo exento de tales impuestos.
En cambio, no impactan en las clases medias, para las que se mantienen los recortes de ayudas sociales aprobados meses atrás con vistas a devolver la sustentabilidad fiscal a las cuentas públicas, y para los que no hay ventajas fiscales a la vista.
El opositor Partido Laborista definió la propuesta como "un presupuesto para millonarios" donde lo que se concede a la clase media y a los más desfavorecidos queda descompensado con las grandes ventajas concedidas a los más privilegiados.
Por otra parte, a fin de "atraer la inversión extranjera", Osborne propuso un recorte del Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios de las empresas, del actual 26% al 24% a partir del mes próximo y al 22% en 2014.
El nuevo impuesto a las empresas sitúa al Reino Unido en posición ventajosa respecto a otras grandes economías, al ser un 18% menor al que se aplica en Estados Unidos, 16% menor al de Japón, un 12% menor al de Francia e inferior en un 8% al de Alemania, según explicó Osborne en la Cámara de los Comunes.
Para equilibrar esa concesión, en 2013 se aumentará la tasa anual que pagan los bancos y el impuesto sobre la compra de la vivienda por parte de compañías y particulares.
Sin embargo, la medida anunciada que podría levantar mayor polémica es el congelamiento de las desgravaciones fiscales de las pensiones, que va a suponer una pérdida real de poder adquisitivo para los pensionistas.
El resto del presupuesto británico no ofrece medidas de incentivación de la economía, más allá de una serie de inversiones de infraestructura para transportes en el norte de Inglaterra.
Además de presentar el presupuesto, que deberá ser aprobado por la Cámara de los Comunes tras un debate, Osborne informó que el gobierno prevé que el país crecerá un 0,8% este año, un 2% el próximo y un 2,7% en 2014.
También predijo un aumento del desempleo este año hasta el 8,7% y un descenso de la inflación del 3,4% actual hasta un 2,8%.
Jueves, 22 de marzo de 2012