En el marco de la presentación de los eventos que se llevarán adelante por la conmemoración de Semana Santa, el máximo exponente de la Iglesia Católica en Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, se mostró en contra de la ley que permite abortar a mujeres que fueron violadas.
Habló de discriminación hacia el niño por nacer y pidió dejar de hablar de “interrupción del embarazo”.
El máximo exponente de la Iglesia Católica en Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, se refirió este jueves al fallo de la Corte Suprema de Argentina que permitirá el aborto a las mujeres que hayan quedado embarazadas a consecuencia de una violación. “Permitir el aborto abre el camino a una doble violencia, por un lado hacia la mujer y por otro, contra el niño por nacer”, resumió.
“Permitir el aborto en un caso, como el de una violación abre la puerta para otros casos, de modo que no es razonable decir sólo en este caso. Hoy es en este caso, mañana será en otro. Comprendamos razonablemente que esta ley abre el camino a la doble violencia, de modo que si somos inteligentes tenemos que saber que nunca se puede resolver un conflicto con otro conflicto. Tiene que haber humanamente hablando otro camino, más humano, para resolver el triste y lamentable caso de una mujer que queda embarazada por un acto de violación”, prosiguió.
Otro de los puntos que tocó el obispo en su alocución y por el cual justifica la postura oficial de la Iglesia, hace referencia a la discriminación. “Se produce con esta ley una profunda discriminación porque a ese ser vivo que es niño por nacer, se lo declara no deseado. Declarar a una persona humana no deseada es discriminar, a uno le cuesta entender cuando se dice que el aborto está dentro de una concepción progresista de la vida, por el contrario, estamos retrocediendo porque al niño por nacer no le damos estatus suficiente de ser deseado, de respeto y el derecho elemental que tiene que es la vida” , indicó.
“Volvemos a sociedades primitivas, donde el niño no tenía derechos. Estamos retrocediendo. Tenemos que ensayar otros caminos, mas humanos, no violentos para resolver las situaciones violentas y lamentables que vivimos. No hagamos la situación más terrible. Hay una comunidad. Siempre es conveniente llevar adelante la gestación aunque después no quiera tener la criatura, hay muchas familias dispuestas a adoptar”, fue otro de los conceptos.
“La fe dice que si es persona humana, es hijo de dios. Si es hijo de dios, lo adoptó para sí. La Pascua nos da luz sobre esto. En la pascua celebramos el amor de dios revelado sobre el ser humano y llevado hasta el extremo. Esto no es una declaración de principios, es una realidad”.
Por último, el prelado pidió que la sociedad deje de hablar de “interrupción” de embarazo cuando en realidad se debería decir aborto. “Llamemos las cosas por su verdadero nombre, no podemos hablar de “interrumpir” un embarazo, como si tuviéramos la posibilidad de recuperarlo después. No nos mintamos. Si dios dio vida en plenitud es absurdo que nos atribuyamos el derecho de “interrumpirla”, finiquitó.
Viernes, 16 de marzo de 2012