La lluvia caída el sábado en algunas localidades no trajo el alivio esperado por los bomberos, que siguen en alerta ante los focos de incendios rurales que se multiplican por la sequía. Ayer, los integrantes del cuartel de Bomberos Voluntarios de Saladas, tuvieron que sofocar dos focos de incendio en pastizales cercanos al pueblo, y otros tres, en distintos barrios.



“La lluvia no alcanzó para humedecer los campos y evitar los incendios. La situación sigue siendo la misma”, contó a El Litoral, Sebastián Ramos, a cargo del Cuartel saladeño. “Hoy -por ayer- tuvimos tres salidas dentro del pueblo, y otras dos sobre ruta, por fuego en unos pastizales, a unos 3 kilómetros de aquí”, contó.
Ramos confirmó que se tomó contacto con el área de Defensa Civil de la Provincia para solicitarle ayuda destinada a solventar la compra de combustible, ya que las partidas actuales no dan a basto por el número de salidas que deben realizar. Esto se había acordado durante la reunión mantenida el sábado entre los representantes de los cuarteles de Región uno, San Roque, San Lorenzo, Saladas y Empedrado.
En ese marco, desde el organismo provincial se habrían comprometido a contribuir con todo lo que está a su alcance y elevar el mismo pedido a la Dirección de Recursos Forestales. Además, pedirán que esa institución ceda algún vehículo para trasladar los tanques de agua que tienen los bomberos.

Martes, 24 de enero de 2012