El piloto argentino largará 17° este domingo en Monza.
Aunque no tuvo una buena clasificación, se siente seguro porque ya conoce el circuito.
"Siento que de ahora en más van a ser pistas que tengo un poco más de confianza", dijo.
Franco Colapinto está cómodo. Atrás quedaron esos días en los que padecía con el andar del Alpine. No, nada cambió en el auto porque sigue siendo el de la peor escudería del Mundial de Fórmula 1. Pero el argentino encontró confianza y la mejor puesta a punto, aunque en Monza le costó un entrenamiento, según confesó. "Ayer el auto no me gustaba cómo iba, no me lo pusieron bien a punto en la FP1, je", dijo, con complicidad hacia los periodistas argentinos, porque en la primera libre del Gran Premio de Italia quien ocupó su lugar fue el piloto reserva Paul Aron.
Esta cita, la 16° fecha de la temporada, es la décima para el piloto de 22 años en la escudería francesa y lo más importante es que se trata del primero de los nueve circuitos en los que ya corrió con un auto de F1, porque allí debutó hace un año con Williams. "Creo que cuando vas a circuitos que ya conocés... Yo siento que de ahora en más van a ser pistas que tengo un poco más de confianza, que las conozco, que ya corrí también en Fórmula 1 y eso me va a dar una decimita extra yo creo, viste. Esas pistas que ya vas y ya sabés un poco qué hay que hacer", analizó.
Este sábado, Colapinto terminó con esas mismas buenas sensaciones que en Países Bajos, hace una semana: superó a su compañero de equipo, Pierre Gasly, tanto en la práctica como en la clasificación. "La FP3 fue buena; tuve un auto que me permitía empujar, que me permitía hacer un poco lo que quería, que era un poco más previsible. La verdad es que en la qualy perdimos un poco ese feeling que tenía, había mucha leca, muchas piedras en un par de curvas que me complicaron bastante. Pero perdí una décima creo e igualmente no iba a ser suficiente para pasar. Sabemos que es una pista en la que el motor influye muchísimo y sabíamos que iba a ser muy difícil pasar (a Q2)", explicó. Había logrado el 18° mejor tiempo de la tanda, pero finalmente largará 17° gracias a que el francés Isack Hadjar quedó relegado al último lugar de la grilla luego de romper el parque cerrado para cambiar el motor de su Racing Bulls.
El argentino se quedó afuera de la segunda parte de la clasificación por apenas 155 milésimas, las que lo separaron del puesto 15, ocupado por su ex compañero, Alex Albon. "Todo muy cerca. Es increíblemente apretada la qualy de hoy, estaba a cinco décimas del primero y a una décima y un poco más de pasar. Cuando pensás que estás tan cerca y sentís los problemas del auto, sentís lo que hace, sentís que en las rectas con el motor no regeneramos, perdemos un montón de energía, y cuando estamos tan cerca, decís podríamos haber pasado mejorando un poquito esto, un poquito lo otro. Obviamente que es un poco una pena, pero es lo que hay y lo que tenemos para trabajar", profundizó.
"Fue un buen día para mi -resaltó enseguida-. En FP3 me sentí muy cómodo con el auto, en la qualy no estaba tan cómodo, dimos un paso para atrás, no sentí que podía hacer lo mismo con el auto". Aunque avisó: "Hicimos un buen trabajo de ayer a hoy pero sabemos que esta pista va a ser difícil".
Consultado sobre la renovación de Gasly, quien fue confirmado en Alpine hasta 2028, el bonaerense destacó que están "trabajando con el equipo para hacer lo mejor posible los dos". "Desde Hungría me sentía que estaba bien con el auto, cómodo, en confianza. Y sabía que cuando encontrara esa puesta a punto, que me costó un par de carreras llegar, voy rápido. Estoy contento yo. Es un día bueno para el equipo porque tener un piloto como Pierre unos años más es muy positivo", dijo. Y, rápidamente, puso el foco en lo más importante: la carrera. "A ver qué pasa mañana", lanzó antes de despedirse y concentrarse en lo que viene.
Sábado, 6 de septiembre de 2025