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Cultura
Denuncian que una obra expuesta en el Malba fue plagiada por la artista Carrie Bencardino
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Jueves, 14 de agosto de 2025

El artista Gustavo Cabral, conocido como Ciruelo, denunció en redes que se expone una imitación.
La pieza en cuestión forma parte de la muestra El desentierro del diablo, de la artista Carrie Bencardino.


El artista Gustavo Cabral, más conocido como Ciruelo, denunció en redes sociales que una obra expuesta en este momento en el Malba reproduce una de sus ilustraciones sin mencionar que se trata de una creación suya. La pieza forma parte de la muestra El desentierro del diablo, de Carrie Bencardino, que reconoció la "inspiración" pero lo acusó de "fantasma".

"Te cito siempre como mi gran referente al hablar de esa obra –anotó Bencardino–. Mi muestra gira en gran parte en torno a las imágenes que más me influenciaron cuando era adolescente y me empezaba a interesar el arte".

El parecido entre las piezas es notable y Ciruelo publicó una fotografía que las reúne. En ambas, ocupa el centro la figura de un dragón en pleno vuelo, mismos colores, misma posición, paisaje equiparable.

Ciruelo es un artista de referencia en la pintura fantástica, creó los pósteres de dos filmes considerados de culto: el clásico drama de ciencia ficción de Eliseo Subiela Hombre mirando al sudeste (1986), y la película surrealista-musical sin diálogos Fuego gris (1994), de Pablo César. El póster del film también fue utilizado para ilustrar la tapa del álbum homónimo de Luis Alberto Spinetta. En 2011, fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad por la Legislatura porteña.

La pieza denunciada por Ciruelo forma parte de la muestra El desentierro del diablo, de Carrie Bencardino. Foto: redes sociales.La pieza denunciada por Ciruelo forma parte de la muestra El desentierro del diablo, de Carrie Bencardino. Foto: redes sociales.
Por su parte, El desentierro del diablo es la primera exposición institucional de Carrie Bencardino (Buenos Aires, 1993) en la que recorre desde el comienzo de su carrera, "elaborada a partir de su interés en los discursos visuales del underground y de los espacios de contracultura colectiva", según informa el Malba.

"Unx nunca piensa que las personas que admira pueden ser terribles fantasmas pero bueno, lecciones que se van aprendiendo", anotó la artista en la cuenta de Ciruelo.

Según responden desde el Malba, “la obra pictórica de Carrie Bencardino se nutre de imágenes encontradas en revistas, tapas de discos, videoclips, Internet y de su archivo personal de objetos y otros materiales visuales que circulan en la cultura de masas y sus medios".

El museo destacó que sus referencias provienen de aquello que consumen determinadas subculturas urbanas: "Las estéticas de las adolescencias freaks de su generación, los códigos visuales de escenas contraculturales (como el punk y los distintos subgéneros del metal), el cómic y la ilustración (entre otros autores, Ciruelo), el imaginario fantástico de William Blake y J. R. R. Tolkien, los cuentos de César Aira y los gustos compartidos dentro de comunidades LGBTQIAPN+, entre otras referencias".

Este procedimiento "es propio de las prácticas artísticas contemporáneas, la imagen de origen funciona como punto de partida para una nueva obra que dialoga con la historia visual de la que proviene, pero también con el universo estético y conceptual propio de le artista", explicó el Malba.

Y resaltó que "Bencardino trabaja desde un posicionamiento crítico sobre la circulación y la reapropiación de las imágenes en la era contemporánea, donde las fuentes y los referentes visuales se multiplican, entremezclan y transforman constantemente. En su pintura, la apropiación no es un fin en sí mismo, sino un medio para interrogar la memoria cultural, las iconografías compartidas y la relación afectiva que establecemos con las imágenes”.

"No tengo nada que esconder"
La propia artista, explicó su propuesta: “Desde el momento que decido exponer una obra en un museo, se entiende que no tengo nada que esconder”, dijo a Clarín.

Carrie respecto del tema. “Tomar una imagen y reproducirla encierra muchísimas capas de sentido más profundas que la banal idea de un plagio. Esta muestra se plantea como un ejercicio del pensamiento: ¿desde dónde vienen las imágenes que aparecen sin parar en la cabeza de un pintor en un mundo sobresaturado de imágenes? Y siendo la crisis de la imaginación el primer leit motiv de esta exposición, mi proceso de trabajo consistió en buscar en mi archivo propio, las primeras imágenes que me inspiraron y me prendieron el interés por la pintura cuando era joven".

Carrie Bencardino
La artista explicó que cada vez que da visitas guiadas en la exposición, "enuncio que para mi es de vital importancia hablar de las referencias, y de poner en valor a aquellos referentes que de alguna manera nunca han estado en el campo legitimado del arte contemporáneo o de las bellas artes. Para mi el fantasy art siempre estuvo en rincones linderos al arte legitimado. Y a mi siempre me interesó traer a mi obra todas aquellas inspiraciones visuales que me formaron y que no vienen de la academia o las bellas artes y para mi son igual de válidas".

En ese sentido, reiteró que "siempre al momento de hablar de esto, nombro a Ciruelo, y cuento que esta obra es lo que para mi es un cover de su dragón. Lo retoqué levemente digitalmente para distorsionarlo y así también hacer una observación sobre qué hacemos con esta era de convivencia con las máquinas. En la cual la visión está también alterada por los mecanismos de la tecnología. Entonces tomé la imagen, le hice una muy leve distorsión, porque la muestra tiene que ver con ese extrañamiento sutil que producen las imágenes en los sueños, en las cuales se te presentan como algo conocido pero a la vez tienen algo que te hace desconfiar de ellas porque se nota que le pasó algo entre medio a la imagen".

Y aseguró que en el momento en que se comparte una imagen al mundo, "pasa a ser parte de un ecosistema en el cual vos sabes que le puede pasar lo que sea.
Y uno desea entregarse a ese juego, que me parece maravilloso. Es lo mejor que le puede pasar a una imagen que sea deglutida por otra persona y reinterpretada, y también parte de lo maravilloso radica en que por más que uno intente reproducir de forma exacta una obra, nunca va a ser exactamente la misma, porque está atravesada por la mano, la visión y el pensamiento de quien la está haciendo en este nuevo momento”.


Jueves, 14 de agosto de 2025

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