A primera hora de la mañana de este martes, la enfermera a cargo de la Sala de Atención Primaria de la Salud (Saps) del barrio Llamarada, en Santa Rosa, Nelda Blanco, dio aviso a las autoridades municipales que al ingresar a su lugar de trabajo, tres ventanas del lugar se encontraban totalmente destruidas y había vidrios dispersos por el piso. Afortunadamente, ningún elemento ni equipo de trabajo fue sustraído.
“Destruyeron las ventanas, cuando entré a la sala encontré vidrios en el suelo, pero todas las cosas en su lugar”, dijo la responsable de la sala, evidenciando que el ataque fue sólo para hacer daño, ya que ningún elemento fue sustraído del lugar. Según informó, el hecho habría ocurrido el día domingo, pasadas las 18.
Miércoles, 30 de septiembre de 2015