La FIFA pronosticó que el torneo emitirá cerca de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. El gobierno de Dilma Rousseff recibe críticas por no tomar medidas. Durante 45 días el mundo entero estará pendiente de lo que ocurra en el Mundial de Brasil. Sin embargo, más allá del aspecto futbolístico, el desarrollo de un torneo de esta envergadura también tiene consecuencias secundarias. Una de ellas corresponde al factor ambiental.
Con relación a esta problemática, en la Copa del Mundo se incluye desde los efectos de las distintas construcciones hasta la renovación de los 12 estadios. A esto también se le debe sumar el movimiento de 3,7 millones de turistas que llegarán a Brasil para asistir a los partidos.
Asimismo, la FIFA reconoció que este evento producirá cerca de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Esto, sin tener presente las obras en estadios e infraestructura, ni los millones de televisores que serán encendidos para seguir día a día cada uno de los partidos.
Una de las mayores fuentes de emisión contempladas por el estudio realizado por el máximo organismo del fútbol mundial es el transporte internacional, que equivale a casi 84% del total de emisiones. En los estadios, en tanto, la electricidad, comida, residuos y construcciones temporarias suman casi 10%.
No obstante, si se excluyera el factor del transporte, de todas formas el registro que se espera que produzca Brasil en término de contaminación sería cerca de 13 veces mayor que el de Alemania 2006.
Para el último campeonato mundial disputado en Sudáfrica, se previeron registros similares a los de Brasil. Pero finalmente el resultado fue bastante menor: 1,65 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, según estimaciones de Naciones Unidas.
"Es un poco difícil saber hasta qué punto efectivamente están trabajando en la reducción [de la contaminación]", señaló Beatriz Kiss, especialista de la Fundación Getulio Vargas, en San Pablo, con relación a las promesas del gobierno de Dilma Rousseff de aplicar medidas para reducir los impactos ambientales.
"Estamos a pocos días (del primer partido) y todavía no han divulgado informaciones específicas sobre eso", agregó.
En vísperas de lo que será el mayor evento deportivo a nivel mundial, los problemas en la organización vienen opacando la fiesta que representa un Mundial. A menos de un mes del inicio todavía quedan algunas obras por terminar, y semana tras semana se han repetido sucesivas manifestaciones de los propios brasileños en contra de la realización de la Copa.
Incluso desde el ministerio de Medio Ambiente aún no han brindado información sobre las cuestiones de medio ambiente, aunque el ministro de esa cartera prometió que sí lo harán "en los próximos días".
"Ahora no alcanza con que alguien llegue y diga 'vamos a hacer el análisis', si eso no fue preparado", indicó a BBC Mundo Maisa Ribeiro, profesora de contabilidad ambiental en la Universidad de San Pablo.
Según un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el dióxido de carbono que producirá la Copa del Mundo equivaldrá al emitido por 534 mil autos.
Medidas anunciadas por la FIFA
El máximo organismo del fútbol mundial anunció diferentes proyectos para tratar de reducir la contaminación. Las ideas van desde la plantación de árboles hasta la compra de bonos de carbono.
¿Qué son los bonos de carbono? Son parte de un esquema que fue creado en el protocolo de Kioto para combatir el cambio climático. A su vez, éstos pueden ser obtenidos por países, e incluso empresas, mediante la inversión en proyectos verdes.
El gobierno de Dilma Rousseff, en tanto, solicitó a las compañías que poseen esos bonos que se los donen. A cambio, el Estado garantiza publicidad gratuita.
Mientras el mundo del fútbol empieza a palpitar lo que ocurrirá en un par de semanas, el gobierno brasileño todavía tiene mucho por hacer para poder brindar un torneo que esté a la altura.
Viernes, 23 de mayo de 2014