El Ministerio de Salud Pública de la Provincia, a través del equipo multidisciplinario de la Unidad N° 5 del Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asis”, desarrolló una charla sobre adicciones en la Escuela Secundaria “Arturo Frondizi” del barrio Molina Punta.
El equipo dirigido por la doctora Nora Plotkin, directora de Docencia e Investigación del hospital, desarrolló la disertación dirigido a alumnos secundarios de entre 13 a 18 años, en un trabajo conjunto que vienen llevando a cabo en distintos colegios.
Estas charlas se desarrollan en distintos establecimientos a través del equipo compuesto por psicólogos, enfermeros, asistentes sociales y psiquiatras, en el marco de un programa de prevención de adicciones con la idea del trabajo conjunto con padres, docentes y familiares.
“La idea es que los chicos sean portavoces de salud y agentes de prevención, que a través de las escuelas se pueda llegar a los hogares para concientizar sobre el problema y sobre todo cómo detectar e intervenir cuando hay un amigo, un parientes que está con problemas de consumo”, señaló María Magdalena Maronelli, licenciada en psicología e integrante del equipo de la Unidad N°5 del Hospital de Salud Mental.
Explicó que se pretende “intervenir a tiempo para evitar que llegue a causar mayores problemas en la salud en los adolescentes y jóvenes”, para lo cual el contacto con los docentes o referentes es importante para comprometerse en el abordaje.
Señaló que el docente esta mucho tiempo con los chicos y es el que muchas veces ve actitudes que en otros ámbitos no se ve. Por eso “la idea es trabajar en conjunto y que se pueda tomar conciencia de la realidad. Hay indicios que ellos pueden detectar y que otras personas no lo saben”, explicó.
Se pretende abordar la adicción con chicos de 13 a 18 años porque es una etapa muy vulnerable, “aunque reconocemos que el inicio del consumo muchas veces sucede antes de los 13 años”.
La charla propone “indagar sobre los mitos y los miedos que ellos tienen y también ver cómo el problema los atraviesa, ya sea por la vivencia propia o cercana a través de un amigo o pariente”.
Además lo que se quiere es “ver la perspectiva que tienen los chicos que consumen, que es distinta de los que no consumen”.
Se trata de erradicar esos medios y mitos, porque “La ignorancia puede jugar una muy mala pasada, como así también poder reforzar aquellos aspectos bien encaminados por la visión e información que tienen”.
Equipo
La unidad N° 5 está compuesto por tres servicios: centro de día, unidad terapéutica y corta estadía, donde la participación del grupo familiar es una condición necesaria para el trabajo.
El centro de día funciona en el hospital de Salud Mental por la tarde, donde el paciente está contenido con actividades acompañados de profesionales.
La comunidad terapéutica es un centro con tratamiento más prolongado que comprende alojamiento de un período que va de 8 meses a un año, con distintas etapas y objetivos. Los chicos deben cumplir con reglas y un sistema de normas de conductas, permisos y salidas.
También funciona el servicio de corta estadía, que es de internación pero por un periodo más breve. Allí “se busca la desintoxicación en una etapa de inicio del consumo, aunque no sea cronológicamente pero si en cuanto a la posición de la persona, es decir que recién empieza a darse cuenta que el consumo se le fue de las manos”, dijo la profesional.
Agregó finalmente que “se busca que el tratamiento continúe después con el apoyo de las familias y amigos, yendo una vez por semana al CAPS, al hospital ó realizando distintas actividades recomendadas que lo sostengan y también que lo aíslen de la rutina que terminaba recayendo en el consumo”.
Viernes, 16 de mayo de 2014