El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reconoció que los líderes sindicales que ayer realizaron la huelga tenían un diálogo fluido con la Casa Rosada. Sin embargo dijo que ninguno de ellos tiene autoridad moral para criticarlo. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a considerar que "es muy difícil evaluar el impacto" de una medida de fuerza como la llevada adelante ayer por las centrales obreras opositoras porque "a veces se confunde el paro con un lockout patronal".


De esta forma respondió el funcionario cuando fue consultado sobre los resultados de la huelga general llevada adelante por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, a la que se sumaron cortes y piquetes realizados por organizaciones sociales y políticas de izquierda.

En este sentido, Capitanich reconoció que los líderes sindicales que encabezaron el paro tenían fluido diálogo con el Gobierno. "Muchos de estos dirigentes sindicales, que fueron aliados y se beneficiaron, son los que hoy critican. Pero la vida nos cambia. Los enemigos de ayer son los aliados de hoy", declaró en su contacto diario con la prensa.


Capitanich también respondió las críticas formuladas por los dirigentes gremiales, al señalar que esos sindicalistas no tienen su "autoridad moral" y destacó el respaldo que obtuvo en las elecciones en el Chaco. "Ninguno de los dirigentes que me critica tiene la autoridad moral que yo tengo", manifestó el ex gobernador chaqueño.

"En la última elección fui uno de los que más votos sacó en mi categoría, con el 60,7%. Cuando consigan la cantidad de votos que yo obtuve en mi provincia tendrán la autoridad moral para criticarme. Muchos de estos dirigentes sindicales fueron aliados y se beneficiaron con este gobierno", insistió.

La medida de fuerza que convocaron los sindicalistas opositores tuvo gran impacto. Los piquetes y cortes de calles que realizaron los grupos de izquierda que sitiaron los accesos a la Ciudad también fueron determinantes para lograr el objetivo de paralizar la actividad.

Viernes, 11 de abril de 2014