El año pasado, a los 40 años, decidió dejar de jugar al hockey porque “cada vez costaba más ir a entrenar”. Por más de 25 años recorrió las canchas de Corrientes, la región y el país, a nivel clubes o con selecciones correntinas.
Es una de las fundadoras del club “felino” y mantiene la esperanza de alcanzar un lugar para desarrollar todo lo proyectado; y mostró su crítica a la dirigencia de la Asociación.
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Autor: Gonzalo Contreras Ortiz - diarioepoca.com (@gonzalocontra)Cristina Sánchez ocupa un lugar en la comisión directiva del club Deportivo Jaguareté y desde su fundación persiguen una finalidad: conseguir un terreno en el que puedan hacer una cancha sintética para que los integrantes de esta entidad que apareció en 2001 puedan seguir desarrollando lo que tanto les apasiona.
Hoy es abogada y trabaja en el Juzgado Correccional Nº2 pero se acercó al hockey en 1985, cuando tenía 12 años para jugar en Corrientes Hockey, en un momento en el que la disciplina no era tan conocida. “Mi profesora en la escuela era Rosa Samaniego y ella ya jugaba allí, es una de las fundadoras de ese club. En esa época estaban Regatas Corrientes, Tennis Club, Alfa, Aranduroga y Taraguy; más Hindú, Regatas Resistencia y CUNE”, recordó. Allí estuvo 4 años.
Luego pasó a Taraguy, en el que estuvo 11 años; hizo un parate para recibirse de abogada en 1999; pasó por Quilmes un año y luego fue una de las fundadoras del club Deportivo Jaguareté, con el que jugó hasta el año pasado cuando decidió retirarse, a los 40 años. Jugó en selecciones juveniles y mayores de Corrientes, nacionales en sus equipos y últimamente las diferentes Ligas E, D, C y B.
Cree que esa pasión por el deporte lo trae en la sangre gracias a sus tíos Hugo Paulino Sánchez que “era un nueve y fue el más conocido” y Andrés “Chico” Sánchez que “jugó de defensor”, pasando ambos por Boca Juniors en 1977.
Con Jaguareté ganó los títulos de los últimos años y a nivel nacional ascendió desde la Liga E hasta la B demostrando que con dedicación y trabajo se puede. El club, uno de los más jóvenes de la Asociación Correntina Amateur de Hockey sobre Césped y Pista, alberga a 8 categorías y cuenta con 190 jugadores aproximadamente.
Luego de tanto camino recorrido, hoy la mueve lo dirigencial y sobre todo Jaguareté, una entidad que la tiene como fundadora junto a la familia Aguirre Armand (Wilfredo, Lilian, Cristina y Mirtha) y a María Victoria Fernández.
Como fundadora de una entidad ¿cuáles son los objetivos principales?
Tenemos un objetivo y es el terreno. Queremos trabajar en eso, lograr que el Gobierno Provincial o Municipal nos dé el terreno. Soy vocal de la comisión y ojalá se nos dé porque es lo que nos falta. Está todo armado a nivel deportivo, en cuanto a las categorías, las formas de trabajar, el equipo de trabajo, el entrenador físico y el técnico pero nos falta el terreno. No pedimos la cancha, sólo el terreno donde podemos plasmar el proyecto de club que tenemos porque tenemos la posibilidad y capacidad para conseguir la cancha sintética.
¿Iniciaron gestiones?
Tenemos promesas y ojalá que en algún momento salga nuestra carpeta. El proyecto del gobernador es hacer un campo deportivo en el ex campo Quijano (frente a la cancha de Taraguy), que también en algún momento lo llamó campo industrial. Creo que somos 13 clubes de distintos deportes los que estamos anotados para cuando se pueda disponer de ese terreno, pero el problema es que eso está usurpado por una familia, entonces está frenado porque están en conflicto judicial.
Después de tantos años, ¿cómo es tu vida sin el hockey?
Estuve 24 años con el hockey, ahora las chicas están en plena pretemporada y todavía es como que no lo siento. Me voy a dar cuenta cuando vaya a ver los partidos recién pero tengo que buscar otra actividad como la natación, el gimnasio… por la adrenalina que tenemos los deportistas. Igualmente, siempre se llenan los espacios con otra actividad, en mi caso con el trabajo porque estamos a full todo el tiempo. Se llenan los espacios, tengo la cabeza ocupada en otras cosas. En 2010 me trasladaron a Mercedes, a la Defensoría de Pobres y Ausentes, y ahí el movimiento era mucho menor a la locura de acá. En ese entonces entrenaba y venía los fines de semana a jugar; y al venirme acá de nuevo ya fue un esfuerzo poder cumplir con el entrenamiento, los viajes, producto del trabajo.
¿Eso te llevó al retiro?
No, la decisión fue por mi edad; mi estado físico porque pude retirarme a la par de las chicas de primera pero ya era un esfuerzo. Antes no me pasaba eso. Todo 2013 se convirtió en un esfuerzo, me costaba hasta para entrenar. Mentalmente me pareció que era el momento, si bien el nivel de los equipos de acá no se compara con los otros de la región, como en agosto cuando fuimos a Rosario y ahí se ve lo que es el hockey. Eso fue una comparación de cómo estamos y de cómo estaba una. Yo llegué enferma pero te das cuenta que es otra velocidad. Las chicas nuestras se acomodan porque se trabajó para eso. Estuve a la altura pero cuando volví tomé la decisión, que es física y mental.
¿Cómo viviste la última parte de tu carrera?
Estuve en varios clubes... tenía la idea de hacer algo distinto, sabía lo que no quería que no suceda y en lo que quería trabajar. Coincidimos con la familia Aguirre Armand que tenían el proyecto y yo la idea. Se dio. Aporté lo que quería en cuanto a la formación, al trabajo, y ellos en cuanto a la estructura. Cristina Aguirre Armand, su hermana Mirtha, son las que más trabajaron.
Nos juntamos, éramos jóvenes profesionales con la idea de hacer algo distinto, no sólo en lo organizativo sino marcando objetivos de trabajo; pensar en grande y ver que se trabaje lo más seriamente posible.
Cuando digo esto me baso en las experiencias de clubes aun grandes pero por antigüedad, por haber recibido un terreno y tener su cancha, pero no en cuanto al trabajo, los elementos que tienen pero llegado determinado momento a nivel nacional nunca llegamos porque trabajaban mal, sin un proyecto serio. En los nacionales no existíamos… jugábamos contra Rosario y Buenos Aires nos comíamos de 6 goles para arriba.
¿Te tocó cruzarte con algunas jugadoras de Las Leonas?
A los nacionales a veces fui con Taraguy, mi club, pero también con Aranduroga ya que cuando iban a los nacionales podían invitar jugadoras. Viajábamos y nos cruzábamos, por ejemplo, con “Lucha” Aymar en sus comienzos, cuando estaba en Jockey de Rosario, y ya decían de ella “esta flaquita que juega bien”. Jugué un ratitoen Rosario. Ella era juvenil, le decían “la flaquita”, yo jugaba en Taraguy y era mayor.
También me crucé con “Sole” García, ella era juvenil en Córdoba y yo mayor. Jugué contra Mitre que tenía a Karina Masotta que era la goleadora, era impresionante; también contra Vanina Onetto, que era de la selección juvenil y todas les pedían autógrafos.
Hoy es imposible que ocurra eso porque Corrientes siempre estuvo relegado. Entre Corrientes y Buenos Aires, Córdoba, Rosario o Mendoza, hay una diferencia de 50 o 100 años, por estructura, mentalidad y organización de cada club.
Lunes, 24 de febrero de 2014