En virtud de la alerta generada en Capital el mes pasado por la presencia de caracoles africanos con impacto en la salud de las personas, autoridades sanitarias realizaron días atrás un operativo de rastrillaje, en el cual detectaron 300 ejemplares. Enviaron muestras a Iguazú (Misiones) para ser analizadas.
Más del 80 por ciento fue detectado en una vivienda. Personal del SENASA eliminó parte de los ejemplares y el resto fue enviado al Instituto Nacional de Medicina Tropical de Puerto Iguazú (Misiones) con el objetivo de establecer la situación sanitaria.
En virtud de la alerta generada en Capital el mes pasado por la presencia de caracoles africanos con impacto en la salud de las personas, autoridades sanitarias realizaron días atrás un operativo de rastrillaje, en el cual detectaron 300 ejemplares. Enviaron muestras a Iguazú (Misiones) para ser analizadas.
Se trata de una especie considerada “tóxica” y que representa una amenaza, sobre todo para los niños, ya que puede provocarles ceguera. Por ello recomiendan, no tomar contacto con el molusco.
En ese contexto, en el marco del Sistema de Prevención, Monitoreo y Control del Caracol Gigante Africano, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) llevó a cabo días atrás diversas actividades de prevención, control y vigilancia en la ciudad de Corrientes, sus alrededores y en Paso de la Patria.
La tareas estuvieron a cargo del personal de la Dirección de Vigilancia y Monitoreo de Plagas de la Dirección Nacional de Protección Vegetal, del Centro Regional Corrientes-Misiones del SENASA y en la ciudad Capital, de la Dirección de Zoonosis de la Municipalidad.
“En el barrio Yapeyú nos dividimos en dos grupos para recorrer la zona, hay que destacar que la población de ese lugar se portó muy bien, nos dejaron ingresar. Se encontraron ejemplares que fueron enviados a analizar por la gente del SENASA”, dijo a época Mercedes Sprench, de dicha Dirección.
Por su parte, el ingeniero Mariano Veller, de Protección Vegetal del SENASA, indicó a época que si bien la vigilancia se llevó a cabo tanto en Capital como en Paso de la Patria, el 80 por ciento de los moluscos se detectó en una vivienda. “No sabemos cuál puede ser la procedencia. Si el vecino viajó y trajo una planta que contenía el caracol, o bien tierra abonada”, precisó el especialista, no obstante remarcó que desde 2010 se vienen haciendo operativos en la zona de Misiones “pero todas las muestras dieron negativas”.
“Se prevé que a fines de enero intensifiquemos las acciones en el mismo barrio, para ver la evolución”, resaltó.
En total, fueron 50 los ejemplares acondicionados bajo protocolo de muestra que se enviaron al Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMET) de Puerto Iguazú, con el objetivo de establecer la situación sanitaria de esta nueva población denominada “Achatina fulica”, en relación a parásitos que pudieran ocasionar trastornos para la salud humana.
Ante la presencia, SENASA recomienda no tocar ni comer los caracoles; si se los toca, lavarse inmediatamente las manos; al igual que si se tocan superficies que pueden haber estado expuestas a su baba; evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente en ojos, nariz y boca; lavar con agua potable las verduras, porque pueden haber estado expuestas a su baba; no utilizar los caracoles como carnada de pesca, mascotas o adorno; no utilizar veneno contra el caracol, ya que los molusquicidas son extremadamente tóxicos para niños, mascotas y la fauna nativa.
Datos para los vecinos
En caso de sospechar la presencia de esta plaga, los organismos sanitarios recomiendan comunicarse con el SENASA a su línea gratuita 0800-999-2386; a la Oficina en Corrientes: (0379) 4430028/4421197 o de Puerto Iguazú (03757) 421517; a la Dirección de Vigilancia y Monitoreo de Plagas en Buenos Aires: (011) 4121-5196.
Viernes, 13 de diciembre de 2013