La maestra encontrada asesinada ayer en una casa del partido bonaerense de San Martín, donde su ex concubino se atrincheró durante unas seis horas, fue ahorcada, mientras que a su hija la mataron de un balazo en la nuca. En tanto, un investigador con acceso al expediente precisó a Télam que en una carta hallada en la vivienda donde ocurrió el doble crimen, el supuesto autor asumió su responsabilidad en el hecho y admitió que lo cometió "por celos".
Fuentes judiciales informaron a Télam que el fiscal de la causa, Fabio Cardigonde, recibió hoy el resultado preliminar de las autopsias en el que se indicó que Silvana Eiriz (49) fue ahorcada, aparentemente de manera manual, y que la data de muerte era de casi 24 horas anteriores al hallazgo de su cuerpo.
Según los peritos forenses, la maestra fue asesinada en el interior de una de las habitaciones de su casa, situada en Sarmiento al 5000 de San Martín.
Las fuentes señalaron que a la otra víctima, Valeria Gioffre (23), hija a Eiriz, la mataron pocas horas después de un balazo en la nuca, también en el interior de la vivienda.
En este caso, los peritos determinaron que en el lugar de ingreso del proyectil quedaron las marcas típicas de pólvora y quemadura, por lo que consideraron que el homicida apoyó el arma en la nuca para disparar y matar a la joven.
Los forenses procuran establecer mediante estudios complementarios si las dos mujeres fueron abusadas sexualmente antes de ser asesinadas y si las drogaron antes de matarlas Los forenses procuran, además, establecer mediante estudios complementarios si las dos mujeres fueron abusadas sexualmente antes de ser asesinadas y si las drogaron antes de matarlas.
Esos mismos estudios también servirán para determinar con exactitud la data de muerte de madre e hija.
En base a los datos preliminares, la principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a que Eiriz fue asesinada alrededor de las 19 del sábado y que el homicida permaneció en la casa y mató a la hija de la mujer cuando la chica llegó ayer al inmueble junto a su novio, Emanuel Villalba (23), a quien el agresor le efectuó un tiro en el abdomen.
Sobre el joven, los voceros señalaron que continuaba esta tarde internado en grave estado en el Hospital Thompson de San Martín y que su evolución es "favorable".
Los pesquisas esperan que mejore el estado de salud de Villalba para poder tomarle declaración sobre lo ocurrido.
"Es un testimonio clave porque es quien nos puede contar qué fue lo que pasó y cómo fue la mecánica del hecho, pero todavía no sabemos cuándo podrá declarar", dijo a Télam un investigador.
Por otro lado, el acusado Pablo Peralta (49), alias "Chicho" y ex concubino de Eiriz, permanecía hoy detenido y mañana será indagado por el fiscal Cardigonde, quien le imputa los delitos de "doble homicidio y tentativa de homicidio criminis causa" en perjuicio de la maestra, la hija de ésta y el muchacho baleado.
En principio, Peralta no tenía antecedentes por violencia de género, al menos, en el Departamento Judicial de San Martín, aunque sí dos antecedentes penales menores, uno de ellos por infracción a la ley de drogas y otro por encubrimiento.
De todas formas, los investigadores solicitaron informes al Registro Nacional de Reincidencias y a otros departamentos judiciales para poder establecer si cuenta con otros antecedentes.
El hecho se conoció ayer, alrededor de las 13, cuando un llamado al 911 alertó al personal de la comisaría 1ra. de San Martín que se hallaba una persona herida frente a la casa de Eiriz.
Al llegar al lugar, los policías fueron recibidos a los tiros por un hombre que se hallaba atrincherado en esa vivienda.
Los efectivos constataron que el herido se trataba de Villalba, quien se hallaba dentro de su auto marca Volkswagen con un tiro en la zona abdominal, por lo que lo trasladaron al Hospital Thompson.
Luego, los policías rodearon la casa de Sarmiento al 5000 y negociaron durante seis con el atrincherado para que se entregara.
Finalmente, minutos después de las 19, el Grupo Halcón irrumpió en la vivienda, detuvo al ex concubino de Eiriz y descubrió que ésta y su hija Valeria estaba muertas desde hacía varias horas.
Durante las negociaciones, el captor había dicho que mantenía a ambas víctimas de rehenes y que él estaba "jugado".
Las fuentes explicaron que durante la falsa toma de rehenes, el atrincherado dijo a los negociadores que las mujeres no podían hablar porque estaban "drogadas" y hasta fingió diálogos con ellas para hacer creer a los policías que estaban allí con él.
Por su parte, el jefe de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, quien supervisó el operativo y las negociaciones, confirmó por la noche que el autor del hecho había dejado una carta en la que explicaba los motivos de lo ocurrido.
Martes, 26 de noviembre de 2013