El equipo correntino apenas igualó sin goles de local ante Huracán de Parque Patricios. El “aurirrojo” fue superado por el “Globo” en la primera parte, alcanzando recién a equilibrar el partido en la segunda mitad, cuando puso toda la carne en el asador.
En el caso de Boca Unidos, querer no es sinónimo de poder. Ayer, el equipo correntino cosechó un nuevo empate -suma ocho sobre once partidos disputados- al igualar de local 0 a 0 ante Huracán de Parque Patricios, en un discreto encuentro disputado por la undécima fecha del torneo de la Primera B Nacional.
El partido fue levemente favorable a la visita en la etapa inicial, que fue mucho más práctico, e incluso tuvo la única situación clara para marcar; mientras que en el complemento se hizo más equilibrado, reaccionando el “aurirrojo” para recién acercar peligro al arco defendido por Monzón en los últimos 20 minutos.
Con el tradicional dispositivo táctico 4-4-1-1, que enseguida mutó a un 4-3-2-1, Boca Unidos buscó contar con la tenencia de la pelota, asegurando su traslado al ras del piso. Pero la falta de movilidad de los potenciales receptores (léase desmarque), y de ideas para profundizar el juego al pasar la mitad de la cancha, hizo que el juego planteado se volviera previsible e impotente.
Para colmo, cuando Raymonda se adelantó unos metros para hacer de “doble enganche” con Oviedo, ambos se chocaron y perdieron más pelotas que las que entregaron “redonda”. Si a eso se suma que Israilevich se contagió, y que Ríos sigue siendo una sombra del jugador de la temporada pasada, es fácil descifrar que Toledo no recibió una pelota para encarar en el área, de frente al arco.
A tal punto que la única aproximación del local en los primeros cuarenta y cinco minutos fueron dos remates desde afuera del área de Oviedo pasando la media hora, incluido un tiro libre por encima del travesaño tras una mandada de Maldonado. Lo mismo que nada.
Qué hizo Huracán? Plantó un sistema 4-4-2, con Cuesta tomando a Oviedo primero, y Villarruel a Raymonda, cuando se adelantó; mientras que Defederico se movió como “extremo” derecho y Martínez lo hizo por izquierda, manteniendo a Milano y Arraya en la delantera.
El “Globo” no pasó zozofra atrás, y cuando recuperó la pelota se mostró más vertical que el local, arrimando peligro a través de Martínez, que complicó a Pérez, y por Defederico, que mostró destellos de su calidad.
En la más clara, este último le birló una pelota a Israilevich en la salida, se internó en el área, y cuando lo salieron a tapar, enganchó para meter un zurdazo al segundo palo que Martínez Gullotta desvió de gran forma al tiro de esquina.El “uno” correntino también cortó antes un desborde de Martínez, y luego se quedó para la foto con un remate de media distancia de Arano.
Al ver que su equipo no podía llegar al arco rival, en el inicio del complemento, Ubeda movió el banco. Hizo ingresar a Cristian Núñez en lugar de un intrascendente Oviedo, y a los pocos minutos, hizo otro tanto con el “Pipa” Estévez por Ríos, para pasar de uno a tres delanteros netos.
En el arranque de la segunda mitad, Sánchez Paredes -uno de los valores más altos del local junto a Martínez Gullotta- alcanzó a puntearle al córner una pelota a Milano, cuando luego de una doble pared con Arraya, el diminuto delantero por poco quedó de cara al gol.
Boca Unidos tuvo su primera aproximación luego de un centro de Raymonda, que Toledo cabeceó con dificultad desviado, cuando por detrás suyo ingresaba libre de marcas Israilevich.
El local se paró decididamente en campo rival, tuvo mejor control de pelota, pero careció como siempre de profundidad, y también de contundencia, para convertir en las pocas chances que tuvo a su favor.
Una buena combinación entre Estévez y Raymonda, que levantó su rendimiento en el complemento, derivó en un centro que Núñez cabeceó bombeado al segundo palo, generando la primera atajada del partido de Monzón.
En esta etapa, Huracán sólo inquietó con dos potentes disparos desde afuera del área: un zurdazo de Cuesta, que pasó cerca del vertical derecho, y otro de Defederico, que Martínez Gullotta volvió a tapar.
Boca Unidos sorprendió en una contra rápida, que tuvo por protagonistas al arquero y a Raymonda, cuando el “Wally” sacó rápido con la mano para el volante, que arrancó en velocidad desde atrás de la mitad de la cancha, y antes de pisar el área de enfrente quizo enviarla de emboquillada sobre el cuerpo de un Monzón que comenzaba a adelantarse, pasando la pelota a un metro del travesaño.
En los últimos minutos, el dominio del local fue más sostenido, frente a un “Globo” que comenzó a conformarse con el punto. El “aurirrojo” estuvo cerca de romper la paridad tras un desborde de Estévez, cuyo pase atrás encontró a Toledo, cuyo derechazo besó la parte exterior de la red.
En la otra, Jonathan Benítez, que ingresó por Raymonda, realizó una gran “apilada” por izquierda del ataque, pero su remate cruzado terminó perdiéndose a centímetros del vertical izquierdo de Monzón.
Fue en definitiva otro empate, acaso justificado recién por un Boca Unidos que pudo equilibrar el trámite en el complemento, aunque el punto para el local a esta altura no alcanza, así como tampoco valen las intenciones si es que no se pueden plasmar en el campo de juego, como viene ocurriendo últimamente. Porque querer no es sinónimo de poder.
Lunes, 7 de octubre de 2013