El Obispo de Goya pidió a los mercedeños no desanimarse, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría, aun en los momentos difíciles. Tomó frases del Papa y pidió a los adultos ayudar a los jóvenes a ser constructores de una sociedad mejor, proponiéndoles valores inmateriales.
Miles de personas participaron ayer de los actos litúrgicos centrales en honor a Nuestra Señora de las Mercedes, en la localidad que lleva su nombre. Monseñor Ricardo Faifer presidió la misa central celebrada en la tarde y llamó a mantener la esperanza a pesar de las dificultades que hay en la vida. Pidió a los mercedeños dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría, aun en los momentos difíciles. Tomó frases del Papa y exhortó a los adultos a ayudar a que los jóvenes sean protagonistas de la construcción de una sociedad mejor, proponiéndoles valores inmateriales. El gobernador Ricardo Colombi visitó la parroquia en su tierra natal.
Los festejos se iniciaron en la víspera, hubo cantata en honor a la Virgen y la Banda del Ejército honró a su Generala. También Marta Carrara ofreció su talento musical a la virgen.
Ayer, momentos antes del mediodía, la banda militar deleitó a los fieles con algunas interpretaciones. Hubo un desfile de las instituciones deportivas y la comunidad compartió el almuerzo en la parroquia.
Por la tarde fue la solemne procesión encabezada por la imagen de la Virgen de la Merced, que la presidió el Obispo de Goya acompañado del párroco Luis Adis, quien es además vicario general de la diócesis. La multitudinaria manifestación de fe recorrió las calles Chacabuco hasta San Martín, continuó por Sarmiento y desde allí hasta España, tomando luego por Sargento Cabral y después San Martín, y por esa arteria hasta el templo.
El mensaje
En su mensaje, monseñor Faifer señaló que María le fue dada a los fieles como madre por el mismo Jesús en la cruz; y que cuando “el discípulo amado la recibió en su casa (…) estábamos todos recibiéndola como hijos suyos. Ahora bien, es muy consolador pensar que María Santísima tiene también su casa, porque en los santuarios, templos y lugares consagrados a Ella, está presente, nos espera y nos recibe como Madre, llena de amor a Jesús y llena de amor a nosotros. Hoy nuestra Señora de las Mercedes nos recibe en su casa y estamos felices”.
Basó luego sus palabras en reflexiones del Papa Francisco hechas en el Santuario de Aparecida durante las Jornada Mundial de la Juventud. “Vengo a llamar a la puerta de la casa de María -que amó a Jesús y lo educó- para que nos ayude a todos nosotros a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno. Para ello quisiera señalar tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría”.
Sobre estos tres puntos, Faifer mencionó al hablar de “mantener la esperanza, cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades. Pero por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos. Ante el desaliento que podría haber en la vida, quisiera decirles con fuerza: tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón”.
Reconoció que “es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros”.
El Obispo llamó a tener “una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad.
Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo, espiritualidad, generosidad, solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría; son valores que encuentran sus raíces más profundas en la fe cristiana”.
Monseñor explicó sobre la segunda actitud, de “dejarse sorprender por Dios”, que “quien es hombre, mujer de esperanza -la gran esperanza que nos da la fe-, sabe que Dios actúa y nos sorprende también en medio de las dificultades”, y aseguró que “Dios guarda lo mejor para nosotros”.
El pastor enfatizó en la tercera actitud, vivir con alegría, que “si caminamos en la esperanza dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría.
El cristiano es alegre, nunca triste”; y agregó, “el cristiano no puede ser pesimista.
No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo”.
Luego de las celebraciones litúrgicas, al cierre de esta edición, se desarrollaba el festival en homenaje a la Patrona de Mercedes, la que para Faifer “representa la liberación de quienes están cautivos, prisioneros o sufriendo algún tipo de opresión”, en el que actuaban conjuntos locales y Salamanca.
Miércoles, 25 de septiembre de 2013
