Veladas acusaciones públicas y duros reproches internos, confusas declaraciones y cambios de posición dejó la derrota del kirchnerismo en Corrientes. Pese a eso, confirmaron que seguirán por el mismo camino.
El kirchnerismo correntino dio ayer claras muestras de haber caído en la confusión tras la dura derrota electoral sufrida el domingo en las Paso en casi toda la provincia. Ratificación de rumbos, admisión de mejores estrategias en los adversarios, alusiones futbolísticas insostenibles, pases de facturas internas y hasta una declaración cargada de tartamudeos ante los medios que después fue corregida mediante un comunicado escrito y que llevó a funcionarios de la Municipalidad de Corrientes a presionar a los medios para que se publicara tal cual, formaron parte del desorientado menú que ofrecieron los referentes k.
El primero en salir a hablar fue el candidato a intendente de la Capital, Fabián Ríos, que, lejos de alguna autocrítica, ratificó el rumbo de la campaña y ligar su candidatura y la del intendente Espínola a la gestión nacional de Cristina Kirchner. Borrando todo lo que había dicho cuando se presentó a votar 24 horas antes, Ríos mencionó que las Paso y el 15 de septiembre son elecciones diferentes.
“En septiembre se debaten otras cuestiones y la gente votará otra cosa. El 15 de septiembre se define el futuro”, insistió el candidato del FPV que el domingo tras emitir su voto, dijo que las Paso era una votación “en la que se definía el modelo de gobierno que querían los correntinos”. En menos de 24 horas cambió absolutamente de posición.
“Vamos a septiembre mostrando la gestión de Camau, de Nancy Sand y Galantini”, tres lugares donde el FPV sufrió duras derrotas, agregó Fabián Ríos. Eso sí, admitió que “la que viene es una contienda entre dos titanes”, en alusión al golpeado intendente capitalino y al gobernador Ricardo Colombi.
El ganador de la interna del FPV, Carlos Rubín, se mostró más preocupado ayer por borrar sus comentarios en Twitter y Facebook, redes sociales en las que, mediante referencias futbolísticas, trató de restarle trascendencia a la derrota en la noche del domingo.
El curuzucuateño había dicho que en el FPV “aún no había jugado su Messi”, en alusión a Camau Espínola, a quien elogió hasta que se enteró de que el jefe comunal de la Capital había ordenado votar a Ernesto Meixner o a Alejandro Karlem, pero no a él, que representa para La Cámpora al hombre puesto por la denominada “cooperativa” peronista.
El conocimiento de la verdad, las críticas recibidas y las advertencias de su propio entorno lo llevaron a dar marcha atrás. Ya era tarde. Rubín no escapó a la general de borrar el discurso recitado hasta 24 horas antes para reescribir uno nuevo, y en ese sentido también volvió sobre sus pasos con aquello de que las Paso definían el futuro de Corrientes y, ante la derrota, trasladó esa definición al 15 de septiembre.
Por su parte, el viceintendente Ernesto Tito Meixner, derrotado por Rubín en la interna del PJ, dijo que “hay que reconocer que la estrategia de Ricardo estuvo muy acertada” y que había que “reconocer el éxito electoral de ECO”.
Meixner sí tuvo la capacidad de la autocrítica: “Habrá que revisar estrategias, mucha gente en el interior tendrá que replantearse algunas cosas, yo venía diciendo a muchos compañeros jóvenes, que no hay que probarse la piel del oso, antes de cazar el oso; ahora tenemos que cazar el oso”, comparó.
Si bien mencionó que los resultados del domingo cree que “pueden ser un indicio” de lo que va a suceder el 15 de septiembre, dijo abrigar esperanzas de que haya otros resultados, porque “se juegan cosas diferentes”.
El intendente de Monte Caseros, Eduardo Botón Galantini, sumó su voz pasando una indisimulable factura: “El resultado en Capital es alerta para el FPV, es un dato muy importante, dijo y aseguró que es necesario “analizarlo en el partido, puertas adentro”. Claro, para quienes quieren entenderlo.
“En Capital se caminó poco y con las personas equivocadas”, disparó el casereño en un más que claro pase de facturas a los dirigentes de esta ciudad y tratando de mostrarse desde ya como el futuro del peronismo en Corrientes tras el 15 de septiembre.
Otro intendente que no dejó pasar la oportunidad de clavar el puñal de las críticas venenosas fue el de Santo Tomé, Víctor Giraud, quien dijo que “no se entiende qué paso” y que “faltó hacer más trabajo militante”.
Aunque la campaña de los candidatos del FPV se basó en las figuras del candidato a gobernador y en la presidenta Cristina Kirchner, Giraud también aseguró que el 15 de septiembre será diferente, pero admitió que los candidatos K “no tuvieron la gran recepción electoral que tuvieron en otras oportunidades”.
Pero la frutilla del postre la puso el intendente Carlos Mauricio Camau Espínola. Nervioso, dubitativo, tartamudeando en cada una de sus frases, apareció en público en el parque Mitre, cuya remodelación aspira a inaugurar como gran logro de su gestión antes de las elecciones.
Puertas adentro señalado por los máximos referentes del PJ como el principal responsable de la derrota y de haberles mentido con los números de encuestas que le presentaba, cuando en realidad sabía que se encaminaban a una derrota segura, Camau ratificó el rumbo de la gestión y la campaña ligándolas directamente con la gestión nacional de Cristina Kirchner y criticó el discurso del domingo a la noche del gobernador Ricardo Colombi.
“Se mostró cauteloso porque sabe que el 15 de septiembre pierde”, disparó entre nerviosos tartamudeos para luego volver al eslógan de la fuerza, el amor y el trabajo. Más tarde, y luego de que sus insostenibles declaraciones, porque nunca explicó qué estrategia impulsará para dar vuelta el resultado, estuvo varias horas en todos los portales de internet, desde la Municipalidad de Corrientes rearmaron sus declaraciones, aún con frases que no pronunció, y presionaron a los medios para que reemplazaran sus dichos ante los movileros.
Ya era tarde, sus palabras habían recorrido la provincia y solo habían generado más rechazo y enojo en los dirigentes e intendentes justicialistas, muchos de los cuales ayer comenzaron a hacer sonar teléfonos de la Capital, y no precisamente los de Camau o Fabián Ríos.
Martes, 13 de agosto de 2013