Funcionarios y legisladores correntinos responsabilizaron a la Entidad Nacional Yacyretá (EBY) por las consecuencias de la creciente del río Paraná.
El ministro de Gobierno de la Provincia, Gustavo Valdés, fue uno de los que lamentó que las autoridades de la represa no hayan informado con anticipación sobre la apertura de las compuertas para, a su vez, adoptar las previsiones necesarias.
“Es preocupante porque una fluctuación de agua tan grande provoca mortandad de peces, entre otros especies, a lo que se le debe sumar los riesgos de vida humana y las pérdidas económicas”, señaló el funcionario.
“No basta con enviar una notita al Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa) sin informar a la intendente de la zona, que está ahí cerca. Pedimos un mínimo de humanidad a una represa que factura millones de pesos”, sostuvo Valdés.
En tanto que el senador nacional por Corrientes Eugenio Nito Artaza también se sumó a las críticas e indicó que si “hubiera informado a tiempo y bien sobre lo que estaba ocurriendo se hubiera podido evacuar a decenas de correntinos que hoy están aislados y enfrentando necesidades tan básicas como la falta de agua potable”.
El legislador puntualizó que hasta ahora, ningún funcionario nacional estuvo presente en la zona de Apipé desde que se produjeron las inundaciones, adelantó que ante esta situación, solicitará una audiencia pública al gobierno nacional para que “no demore más en la implementación de la ayuda sanitaria que cada día que pasa es más necesaria para los todos los correntinos”.
La intendenta de Apipé, Mónica Romero, relató las dificultades que están enfrentando en las islas de Apipé y remarcó la necesidad que tienen de recibir cualquier clase de ayuda tanto ahora “como en el momento más difícil, que será cuando baje el agua”.
Miércoles, 3 de julio de 2013