Han muerto sus animales y sus viviendas se encuentran bajo agua. Solicitaron chapa y casillas para reubicarse barrancas arriba. Al cierre de esta edición, la altura del Paraná llegó a los 7.08 y continuaba en creciente.
La creciente no da tregua y por estas horas tiene a mal traer a familias asentadas en el barrio La Tosquera, ubicado en cercanías al también llamado barrio Río Paraná, una de las zonas más pobres donde se asientan personas cuya fuente de trabajo es la producción de ladrillos. Ayer época recorrió el sector y los habitantes reclamaron la falta de ayuda y se lamentaron por toda la pérdida que ocasionó el avance del río sobre los obrajes.
Se trata de un sector de la ciudad donde proliferan las casillas, madres con cinco o más hijos; y muchas carencias por la falta de trabajo estable; con el único ingreso que son los planes sociales como la Asignación Universal por Hijo. Ahora, los afecta el Paraná que hasta el cierre de esta edición se encontraba en 7.08 metros, y según indicaron a este diario desde la Prefectura de Corrientes, “sigue en creciente”.
Al ingresar a la parte baja de La Tosquera, habitan al menos 10 familias. “Perdimos 30 días de trabajo por la crecida. Nadie nos vino a ayudar, ni a entregar mercaderías o abrigo”, contó a época Donato Ojeda, propietario de un obrador. El hombre dice que vive en la zona hace 35 años junto a su mujer e hijos, que son hombres de 36, 24 y 21 años. “La que está más embromada es mi señora que le tengo que comprar medicamentos. A ella la ubiqué arriba en el comedor de La Tosquera donde trabaja mi hija”, reseñó.
Al lado de este obrador se encuentra otra familia de seis hermanos que viven en una casa de madera junto a sus papás. “Mi mamá llevó a mi sobrina al hospital porque está resfriada. El agua nos llegó a la orilla de la casa, todavía podemos dormir adentro, pero no sabemos que vamos a hacer después”, dijo Jésica Navarro, de 17 años y quien no quiso ser fotografiada por que la vivienda donde habita con sus padres está en litigio con uno de sus tíos.
En otro sector de la ribera, un grupo de hombres que alzó sus casillas una al lado de la otra comentó a este diario que funcionarios de la Comuna habían acercado frazadas durante la noche del domingo. “Pero no nos alcanza, nuestras casas están bajo agua. Necesitamos chapa y cortes de rancho para trasladarnos”, manifestó por su parte Mario González.
Finalmente, Antonio Rodríguez, comentó que vive en el lugar junto a su madre pero tuvo que llevarla a la casa de un vecino porque su casilla está bajo agua. “La llevé más arriba hablé con un vecino que me ayudó con ella”, comentó.
Martes, 2 de julio de 2013