A plena luz del día, camiones, autos y carros se detienen al costado de la vía provincial para descargar todo tipo de desperdicios. La falta de inspección permite la práctica ilegal.
Cotidianamente hay una imagen que se repite y pasa a ser una triste e indignante postal para los ojos de cualquiera que circule por la ruta provincial Nº 5, en cercanías de la rotonda de la Virgen de Itatí. En ese lugar, todo tipo de vehículo, desde camiones volcadores, pasando por carros tirados por caballos, y hasta autos particulares, hacen su parada “obligatoria” para arrojar desperdicios con total impunidad.
Esta práctica ilegal adoptada por muchos, sin pensar en los múltiples problemas y las irremediables consecuencias que ocasionan a nivel natural y social, se realiza a toda hora, inclusive a plena luz del día y delante de cientos de personas que transitan por ese lugar.
La montaña de basura y desechos de construcción crecen día a día, los cuales se acumulan y apilan en ese sitio haciendo del terreno una nueva sucursal de un basural a cielo abierto, que son tan comunes en esta ciudad capital.
La falta de control que posibilita que esta lamentable práctica se concrete, existe. Y mientras la ausencia de vigilancia municipal persista, persistirá también el problema. Mientras que desde la gestión del intendente Carlos Mauricio Camau Espínola no se generen medidas inmediatas para erradicar el problema de la basura y extirparla de una vez por todas, Corrientes no solo nunca estará completamente limpia, sino que con mayor frecuencia estará bajo agua. Porque es la basura que no se recoge de las calles, o las que se arrojan, las que generan que colapsen los sistemas de drenajes y las bocas de tormenta por donde debería escurrirse sin problema el agua de la lluvia.
El nuevo basural a cielo abierto crece a pasos agigantados. Los montículos de piedras, ladrillos, mezclados con bolsas de basura y desperdicios ganan terreno en el lugar, y el verde natural del sitio pierde su protagonismo, que es arrebatado por la ignorancia del hombre y la falta de control, sumados a la ausencia de medidas para manejar este tema tan delicado para la sociedad, y al que parece que el Municipio no le encuentra una solución definitiva.
Miércoles, 6 de marzo de 2013