Fue en la zona céntrica y como el robo fue abortado por la cercanía de la Policía se dirigieron hacia otro barrio para alzarse con el vehículo. Dos de los “campanas” que quedaron en su auto fueron detenidos. Buscan a un cuarto delincuente con feroz prontuario.
A la cinematográfica persecución que Ricardo Alfredo “Fredy” Vadora (37) llevó a la Policía y que terminó con él preso y el auto robado destrozado junto con una patrulla, se conoció que minutos antes hubo un par de detenidos dentro de un vehículo buscado por la Policía, en la escena del robo de una moto ocurrido horas antes en zona céntrica. Casualmente el vehículo en el que detuvieron a los dos sujetos es de Vadora, quien según testigos se movía junto a otro peligroso delincuente de apellido Talavera, intensamente buscado por la Policía, por este hecho y por su vinculación a robos y un crimen.
Con el correr de las horas los investigadores comenzaron a atar cabos sueltos, previos al gigantesco despliegue policial y persecución que se originó tras el robo del automóvil Renault Symbol azul, por calle Río Negro al 1.500.
Según indicaron las fuentes consultadas, minutos antes de aquel robo, se habría producido uno en jurisdicción de la comisaría Primer, donde al menos 4 sujetos “a bordo de un automóvil Renault Clio gris claro, dominio GIM-316”, que según voceros policiales resultaría ser propiedad de Vadora.
Al menos dos de sus ocupantes se habrían alzado con una moto Honda Wave de color bordó, que habrían dejado abandonada cerca de la avenida 3 de Abril, al notar la presencia policial.
Tras perpetrar este hecho, que luego se frustró, los delincuentes se dirigieron hacia el barrio Ciudad de Arequipa, donde la banda, liderada por Ricardo Vadora, se estacionó en cercanías de la calle Río Negro, donde divisaron el automóvil Renault Symbol, propiedad de Miguel Antonio Paredes Ortiz, dueño de un comercio del lugar.
Según su propio testimonio, había dejado el auto encendido porque lo estaba por guardar, cuando fue a atender un cliente que había llegado. Esos segundos fueron cruciales para que Vadora y su compinche Talavera se subieran al automóvil y se dieran a la fuga a toda velocidad.
Mientras Ortiz denunciaba el hecho y todos los móviles estaban prestos a realizar un operativo cerrojo en toda la ciudad, efectivos de la Dirección de Investigación Criminal daban con el automóvil Renault Clio gris, a sólo una cuadra de la casa del dueño del auto recién robado.
Según versiones oficiales, en el Clio había dos jóvenes de 18 y otro menor de 15 años, que intentaron darse a la fuga del lugar, pero el vehículo, con problemas de arranque, no pudo moverse, por lo que ni siquiera advirtieron que estaban a punto de ser detenidos, como finalmente pasó. Cuando se producía el traslado de estos dos a las dependencias de la (DIC), casualmente con las mismas características físicas y de ropas, de los que produjeron el robo de la motocicleta en el centro de la ciudad, la Policía daba con el Renault Symbol recientemente sustraído de calle Río Negro y se iniciaba una violenta persecución.
En su interior Vadora al mando y a su lado otro sujeto, que fuentes extraoficiales identificaron como Talavera.
La persecución involucró a por lo menos una docena de móviles policiales y otra cantidad similar de motocicletas. Incluso se extendió hasta la Costanera.
Finalmente el vehículo fue detenido por una patrulla policial que le cerró frontalmente el paso, a riesgo de los propios efectivos policiales que terminaron heridos. Cuando la Policía detuvo a Vadora, su cómplice ya no estaba en el automóvil. Había logrado bajar antes de la persecución.
Fuentes cercanas al caso indicaron que se trata de un hampón de apellido Talavera, vinculado a múltiples robos a mano armada y arrebatos, uno de ellos terminó en el homicidio de Julio Villanueva (67), a mediados de octubre de 2009.
La causa fue caratulada como “supuesto hurto”, además de la otra que se formuló por ante la seccional Tercera por “Atentado y resistencia a la autoridad y daños de bienes del estado”. En esta última causa terminaron como víctimas el oficial Rubén Darío Fleitas, que sufrió un profundo corte en su cabeza que le valieron al menos 8 puntos de sutura y la cabo Natalia Ramona Ramírez, quien se fracturó la pierna izquierda y llegó inconsciente al Hospital Escuela. Ambos fueron dados de alta ayer y se reponen en sus hogares.
Martes, 5 de marzo de 2013